Lima, 03-08-2008 / Año 104 - Nº 5416 - 4000 ejemplares

DOMINGO XVIII DEL TIEMPO ORDINARIO
Hoy estamos invitados a un banquete, un regalo gratis de Dios, el cual no merecemos, y no podemos ganar solos. Sabemos que Jesucristo mismo se dio como comida a todos aquellos hambrientos. Este amor de Dios es tan grande que nada puede separarnos de Él.
1ª LECTURA: Isaías 55, 1-3
VENGAN Y COMAN
Una de las más frecuentes y más ricas imágenes bíblicas del amor de Dios por su gente es el del banquete. En la lectura de hoy, Dios pone una mesa para gozarla o rechazarla.
SALMO: 144, 8-9.15-16. 17-18
Respondemos: "Abres tú la mano, Señor y nos sacias de favores"
2ª LECTURA: Romanos 8, 35.37-39
NADA PODRÁ APARTARNOS DEL AMOR DE DIOS

Casi como un himno de triunfo, San Pablo nos dice: "que nada podrá separarnos del amor de Dios manifestado en Cristo".
EVANGELIO: Mateo 14, 13 - 21
COMIERON TODOS HASTA QUEDAR SATISFECHOS

En el evangelio de hoy, Cristo deja su retiro para atender a la multitud deseosa de su Palabra.
Se compadece de la multitud hambrienta. Bendice y multiplica los panes y los peces para saciar el hambre. Cristo es el Pan verdadero que satisface todas las necesidades.

EL SACRIFICIO DE LA MISA
Nuestro sacrificio litúrgico no es ni la sola celebración conmemorativa, ni solo el rito de adoración y expiación, ni solo el vínculo de caridad y amor. Nuestro sacrificio de la Misa es todas estas cosas a la vez: es participación actual en el sacrificio Redentor.
Recordemos cuatro tiempos y modos del único Sacrificio de Cristo:
1: La última Cena con los Apóstoles.
2: La Cruz en el Calvario.
3: El Cordero apocalíptico ante el trono de Dios.
4: La "facción" del pan repetida en la Iglesia hasta el regreso glorioso de Cristo.
El ciclo comienza con el Pan y el Vino y termina en la tierra con el Pan y el Vino. Pero tengamos bien presente que lo que da valor a ese Pan y a ese Vino son los dos tiempos intermedios: la Cruz y la permanencia del Cordero ante el trono de Dios.

JESÚS MODELO
"El modelo que todo cristiano debe copiar es Jesucristo. Nadie puede vanagloriarse de pertenecer a Jesucristo si no se esfuerza en imitarlo. Por eso, en la vida y en las acciones de un cristiano se deben encontrar la vida y las acciones del mismo Jesús. El cristiano debe rezar, como rezó Jesucristo, en el monte con recogimiento, con humildad, con confianza. El cristiano debe ser accesible, como lo era Jesucristo, a los pobres, a los ignorantes, a los niños” lo expresó y vivió Don Bosco e invita a “imitar" al único "modelo" conocido al Jesús del evangelio, asumiendo como discípulo suyo una conducta impregnada de su Espíritu.

No hay comentarios: