Lima, 07-12-2008 / Año 104 - Nº 5434

SOLEMNIDAD DE MARIA INMACULADA
En la solemnidad de María Inmaculada, el Papa Benedicto XVI señala a la Virgen María como auténtico modelo de felicidad y santidad para los jóvenes de nuestro tiempo que, "fáciles víctimas de la corrupción del amor" y del "callejón sin salida del consumismo", "corren el riesgo de perder la esperanza porque parecen huérfanos del verdadero amor". Al mirar a María "reconocemos la grandeza y la belleza del proyecto de Dios para todo ser humano: llegar a ser santos e inmaculados en el amor, a imagen de nuestro Creador", dijo el Santo Padre. "¡Qué gran don es tener por Madre a María Inmaculada! Una Madre esplendorosa de belleza, transparente al amor de Dios. Pienso en los jóvenes de hoy, que crecen en un ambiente saturado de mensajes que proponen falsos modelos de felicidad". "Estos muchachos y muchachas corren el riesgo de perder la esperanza porque parecen huérfanos del verdadero amor que llena de significado y de alegría la vida, prosiguió el Pontífice recordando que éste era un "tema querido por mi venerado predecesor Juan Pablo II, que tantas veces propuso a la juventud de nuestro tiempo a María como ‘Madre del amor hermoso’". El Papa constató que "no pocas experiencias nos dicen desafortunadamente que los adolescentes, los jóvenes e incluso los niños, son fáciles víctimas de la corrupción del amor, engañados por los adultos sin escrúpulos que mintiéndose a sí mismos y a ellos, los atraen hacia el callejón sin salida del consumismo", lamentando asimismo que "la realidad más sagrada, como el cuerpo humano, templo del Díos del amor y de la vida, se convierte en objeto de consumo; y esto siempre más tempranamente, ya en la preadolescencia". "¡Qué tristeza cuando los muchachos pierden el asombro, el encanto de los sentimientos más bellos, el valor del respeto del cuerpo, manifestación de la persona y de su insondable misterio!", exclamó. "Todo esto nos recuerda a María, la Inmaculada, que contemplamos en toda su belleza y santidad. Desde la cruz Jesús la ha confiado a Juan y a todos los discípulos y desde entonces se ha convertido en Madre para toda la humanidad, Madre de la esperanza".
MAÑANA 8 DE DICIEMBRE
Estamos todos invitados para la celebración de la solemnidad de la Inmaculada Concepción de la Virgen María. Daremos honor a Aquella que Dios escogió como Madre de su Hijo Unigénito. El horario de misas es como todos los domingos. Será un momento para recordar, a lo mejor, el día de nuestra primera comunión; hagámoslo participando plenamente en la Celebración Eucarística, con unA buena confesión y comunión.

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