Lima, 11-09-2011 / Año 107 - Nº 5579

A LOS 120 AÑOS DE LA LLEGADA DE LOS SALESIANOS/AS AL PERU
Corría el año 1890 cuando don Miguel Rua, el primer sucesor de Don Bosco se decidió a enviar a 2 salesianos al Perú para estudiar el terreno de operaciones y prepararlo. Y así lo hicieron Don Evasio Rebagliati y Don Ángel Savio. También visitó Lima Don Santiago Costamagna, inspector salesiano de Chile. Se firmó el contrato en Turín. Las Hijas de María Auxiliadora se harían cargo del Instituto Sevilla, propiedad de la Beneficencia Pública de Lima y con ellas llegarían los Salesianos. Por entonces, Salesianos e Hijas de María Auxiliadora formaban una familia religiosa, que pocos años más tarde, por disposición de la Sede Apostólica, se convertiría en 2 Institutos Religiosos hermanos, pero totalmente independientes. Don Rua armó la primera expedición misionera al Perú. Nombró como director fundador al Padre Antonio Riccardi a quien Don Bosco mismo había enviado a América como secretario de Monseñor Juan Cagliero, Vicario Apostólico de la Patagonia Septentrional. Estaba en Carmen de Patagones, cuando le llegó la obediencia. Viajó a Buenos Aires para embarcarse rumbo al Callao, donde desembarcó el 27 de septiembre de 1891, un día antes que el resto de la expedición. (Continuará)
BENEDICTO XVI: "CORREGIR AL PROJIMO SIEMPRE CON AMOR"
VATICANO, 4 Septiembre 2011 - 9:47 a.m. ACI-EWTM Noticias

Benedicto XVI: Alentó a los fieles a corregir siempre con amor, invitando al prójimo en falta a volver al buen camino. Explicó la centralidad de la caridad fraterna que brota de Dios Amor y recordó que esta exigencia se resume en: "Amarás a tu prójimo como a ti mismo". Dijo que Mateo 18 "nos dice que el amor fraterno comporta un sentido de responsabilidad recíproca, por lo que, si mi hermano comete una culpa contra mí, yo debo ser caritativo con él y, ante todo, hablarle personalmente, haciéndole presente que lo que ha dicho o hecho no es bueno". Precisó: "Este modo de actuar se llama corrección fraterna: no es una reacción a la ofensa sufrida, sino que es movida por el amor por el hermano". Cuestionó: "¿Y si el hermano no me escucha?" Respondió con la gradualidad que presenta Jesús en el Evangelio: "primero hablarle con otras 2 o 3 personas, para que se dé cuenta de lo que ha hecho". "Si a pesar de esto, rechaza aún la observación, es necesario decirlo a la comunidad; y si no escucha ni siquiera a la comunidad, hay que hacerle percibir la ruptura que ha provocado al separarse de la comunión de la Iglesia". Todo esto, "indica que hay una corresponsabilidad en el camino de la vida cristiana: cada uno, consciente de sus propios límites y defectos, está llamado a recibir la corrección fraterna y a ayudar a los demás con este servicio particular". Recordó que otro fruto de la caridad fraterna es la oración en común. "La oración personal es importante, es más, indispensable, pero el Señor asegura su presencia a la comunidad que -aún si es muy pequeña- está unida y unánime, porque ella refleja la realidad misma de Dios Uno y Trino, perfecta comunión de amor". Finalmente, Alentó a "ejercitarnos tanto en la corrección fraterna, que requiere mucha humildad y sencillez de corazón, así como en la oración, para que se eleve a Dios de una comunidad verdaderamente unida en Cristo". Exhorto a todos a encomendar a la Santísima Virgen María los propósitos de conformar la auténtica vida fraterna a la que el Señor nos llama".

Dos están discutiendo acaloradamente.
Uno le dice al otro:
- "¡Se acabó, yo no hablo más con estúpidos!".
- "Pero, ¡YO, SI", le contesta el otro. Ja, ja, ja.

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