¡PREDICAN, PERO NO PRACTICAN!
Nuestros padres, aunque hayan muerto, siguen presente
s en nuestras vidas por los principios sembrados en nuestras mentes y corazones. ¿Qué significan las expresiones: "Mi padre decía así, mi madre, nos corregía asó, etc."? Ellos nos mostraron los caminos por donde caminar. Estos, han sido tanto más profundos, cuanto con más coherencia nos los señalaron. Ellos lo vivieron primero y lo practicaron. Por eso han calado en nuestras vidas. De igual manera, recordamos a nuestros verdaderos maestros. A ellos no les podemos discutir, ni "echar en cara", pues no hubo contradicción en sus vidas. Lo que vivieron por convicción, nos lo han enseñado. Hoy, ¿podemos decirlo mismo? La "criollada en boga", es el primer peligro. Siembra el desconcierto, la desconfianza, la duda, la perplejidad... Ya no nos creemos... desconfiamos los unos de los otros. Estamos a la defensiva... ¿Por qué? Porque no somos coherentes. Estamos mintiendo constantemente para defender nuestros intereses. La "autoridad moral" de muchos de nuestros padres, maestros, gobernantes, se va desmoronando día a día. Ante esta situación, ¿cómo vamos preparando a los hombres del mañana, a los futuros matrimonios y familias, a las nuevas sociedades? En una palabra, ¿qué civilización cosecharemos en el futuro inmediato? El Evangelio de Hoy nos da la clave. Sólo con la coherencia de vida, serviremos y educaremos a nuestros hijos y futuras generaciones. ¿ERES COHERENTE?
Nuestros padres, aunque hayan muerto, siguen presente
s en nuestras vidas por los principios sembrados en nuestras mentes y corazones. ¿Qué significan las expresiones: "Mi padre decía así, mi madre, nos corregía asó, etc."? Ellos nos mostraron los caminos por donde caminar. Estos, han sido tanto más profundos, cuanto con más coherencia nos los señalaron. Ellos lo vivieron primero y lo practicaron. Por eso han calado en nuestras vidas. De igual manera, recordamos a nuestros verdaderos maestros. A ellos no les podemos discutir, ni "echar en cara", pues no hubo contradicción en sus vidas. Lo que vivieron por convicción, nos lo han enseñado. Hoy, ¿podemos decirlo mismo? La "criollada en boga", es el primer peligro. Siembra el desconcierto, la desconfianza, la duda, la perplejidad... Ya no nos creemos... desconfiamos los unos de los otros. Estamos a la defensiva... ¿Por qué? Porque no somos coherentes. Estamos mintiendo constantemente para defender nuestros intereses. La "autoridad moral" de muchos de nuestros padres, maestros, gobernantes, se va desmoronando día a día. Ante esta situación, ¿cómo vamos preparando a los hombres del mañana, a los futuros matrimonios y familias, a las nuevas sociedades? En una palabra, ¿qué civilización cosecharemos en el futuro inmediato? El Evangelio de Hoy nos da la clave. Sólo con la coherencia de vida, serviremos y educaremos a nuestros hijos y futuras generaciones. ¿ERES COHERENTE?
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