IV DOMINGO DE PASCUA
La figura del Pastor tiene en la Biblia, una fuerza extraordinaria: Dios mismo es invocado como Pastor de Israel (Sal. 80,2). Jesús se aplica este título tan expresivo para su auditorio. Jesús afirma de sí mismo: "Yo soy el buen Pastor. El buen Pastor da la vida por sus ovejas. Nos busca, nos cura, nos cuida, nos salva..." y nos pide que seamos "pastores". Todos podemos dar vida con una sonrisa, con un consejo, con un rato de compañía, con una ayuda... Basta dejar obrar al Espíritu del Buen Pastor Resucitado que habita en nosotros.
PRIMERA LECTURA: Hch 4, 8-12
Se nos presenta a Pedro anunciando el "Kerygma": A Cristo muerto y resucitado, salvación para todo hombre y mujer en este mundo.
"En aquellos días, Pedro, lleno del Espíritu Santo, dijo: «Jefes del pueblo y ancianos: hoy ha quedado sano un hombre enfermo, y nos preguntan en nombre de quién se ha realizado esta curación; pues sepan todos ustedes y todo el pueblo de Israel que ha sido en nombre de Jesucristo Nazareno, a quien ustedes crucificaron y a quien Dios resucitó de entre los muertos; por su nombre, se presenta éste sano ante ustedes. Jesús es la piedra que desecharon ustedes, los arquitectos, y se ha convertido en piedra angular; porque no hay bajo el cielo otro nombre dado a los hombres por el cual nosotros podamos salvarnos»".
SALMO 117
Respondemos: "Es el Señor quien lo ha hecho"
SEGUNDA LECTURA: 1 Jn 3, 1-2
El testimonio de Cristo en su Pasión, es criterio de nuestro ser y quehacer cristianos, y da sentido a lo que viva mas en vista del Reino.
"Miren qué amor nos ha tenido el Padre para llamarnos hijos de Dios; y en verdad ¡lo somos! El mundo no nos conoce porque no lo conoció. Queridos, ahora somos hijos de Dios y aún no se ha manifestado lo que seremos. Sabemos que, cuando se manifieste, seremos semejantes a Él, porque lo veremos tal cual es."
"Yo soy el buen Pastor, conozco a mis ovejas, y las mías me conocen"
EVANGELIO: 1 Jn 10, 11-18
Juan nos anuncia la revelación de Jesús como el verdadero Pastor de su pueblo, quien ofrece su vida por la salvación de todos los hombres y mujeres de este mundo.
"En aquel tiempo, dijo Jesús: «Yo soy el buen Pastor. El buen pastor da la vida por las ovejas; el asalariado, que no es pastor ni dueño de las ovejas, ve venir al lobo, abandona las ovejas y huye; y el lobo hace estragos y las dispersa; y es que a un asalariado no le importan las ovejas. Yo soy el buen Pastor que conozco a las mías y las mías me conocen, igual que el Padre me conoce y yo conozco al Padre; yo doy mi vida por las ovejas. Tengo, además, otras ovejas que no son de este rebaño, también a ésas las tengo que traer, y escucharán mi voz y habrá un solo rebaño y un solo Pastor. Por esto, me ama el Padre porque yo entrego mi vida para poder recuperarla. Nadie me la quita, sino que yo la entrego libremente. Tengo poder para entregarla y tengo poder para recuperarla: este mandato he recibido de mi Padre»".
PILDORITA SALUDABLE
Ecl 3, 23: "No te inquietes por lo que te sobrepasa, pues lo que has visto ya es demasiado para ti"
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