Fundado: 24-04-1904 Lima, 01-07-2012 / Año 108 - Nº 5621 - 4000 ejemplares

RESURRECCIÓN, ¿UN CUENTO?

La evidencia de la muerte es tal, que ya ni la pensamos. Sucede como con el Sol: nadie niega su existencia sin embargo es el gran olvidado. Sólo cuando la realidad de la muerte toca las puertas de nuestras casas, o el médico nos dice que estamos desahuciados, recién pensamos en la muerte; pero con una sorpresa que pasma: "¿Posible que fulano, mengano, perengano hayan muerto? ¿Posible que mi padre, mi madre, mi hermano haya muerto? ¿Posible que yo esté desahuciado? Por otro lado, queremos vivir y vivir y vivir... desenfrenadamente, buscando, sin darnos cuenta nuestra propia muerte: comemos, "chupamos", fumamos, nos drogamos, buscamos la lujuria, nos amanecemos en las discotecas, SIN CONTROL. Además, vivimos tan distraídos que ni siquiera nos damos cuenta que VIVIMOS. ¿Cuántos llegarán a la muerte sin darse cuenta que han vivido; de cómo vivieron; de cómo se prepararon para dar cuenta a Dios de sus vidas? Yo creo que quien piensa con frecuencia en su muerte, pensará también con frecuencia en su propia vida y cómo la administra. Sería terrible encontrarnos a punto de morir y recién tomar conciencia de que hemos vivido...

Hoy, Jesús nos hace pensar que en la medida en que valoremos nuestra vida, prepararemos nuestra REAL VIDA, después de nuestra muerte. Es el tema de nuestra supervivencia, luego de nuestra vida... Sólo recién empezaremos a sopesar los auténticos valores humanos: la verdad, el bien, la sinceridad, la honestidad, la autenticidad, la fidelidad, la solidaridad, la ayuda al prójimo en necesidad, el desprendimiento, la verdadera pobreza, la castidad, la obediencia, la humildad, la mansedumbre, etc. Con la Revelación de Jesús y con su acción Redentora, todas ellas se convertirán en virtudes cristianas. Sólo tendrán valor y se practicarán si ACEPTAMOS, SI CREEMOS en la VERDADERA VIDA, después de la muerte. De lo contrario, implantaremos, como se ha hecho siempre, y en un alto porcentaje, el reino EGOISMO, DE LA MUERTE, DE LA GUERRA, DEL ODIO, DE LA VIOLENCIA, DE LA VENGANZA...

¿CREES EN TU VIDA TERRENA, CREES EN TU MUERTE, CREES EN TU VIDA EN DIOS?