Lima, 04-11-2012 / Año 108 - Nº 5639


SÍNODO DE LOS OBISPOS (Del 7 al 20 de octubre de 2012)
"LA NUEVA EVANGELIZACIÓN PARA LA TRANSMISIÓN DE LA FE CRISTIANA"
Misa de Clausura. Homilía del Papa (Extracto)
El milagro de la curación del ciego Bartimeo ocupa un lugar relevante en el Evangelio de Marcos. Está colocado al final del «viaje a Jerusalén», es decir, la última peregrinación de Jesús a la Ciudad Santa para la Pascua, en donde lo espera la pasión, la muerte y la resurrección.
Para subir a Jerusalén, desde el valle del Jordán, Jesús pasó por Jericó, y el encuentro con Bartimeo tuvo lugar a las afueras de la ciudad, mientras Jesús salía «de Jericó con sus discípulos y bastante gente» (10,46); gente que, poco después, aclamará a Jesús como Mesías en su entrada a Jerusalén. Bartimeo, que significa «hijo de Timeo», estaba sentado al borde del camino pidiendo limosna. El Evangelio de Marcos es un itinerario de fe, que se desarrolla gradualmente en el seguimiento de Jesús.
Los discípulos son los primeros protagonistas de este paulatino descubrimiento, pero hay también otros personajes importantes. Bartimeo es uno de éstos. La suya es la última curación prodigiosa que Jesús realiza antes de su pasión. No es casual que sea la de un ciego, es decir una persona que ha perdido la luz de sus ojos. En los evangelios, la ceguera significa al hombre que tiene necesidad de la luz de Dios, la luz de la fe, para conocer verdaderamente la realidad y recorrer el camino de la vida. Es esencial reconocerse ciegos, necesitados de esta luz, de lo contrario se es ciego para siempre (Jn 9, 39-41).
Continuará...
EL AÑO DE LA FE. BENEDICTO XVI (Síntesis)
25 frases de la "Porta fidei", anunciando el Año de la Fe.
Ha comenzado el 11 de octubre de 2012, en el 50º aniversario de la apertura del Concilio Vaticano II, y terminará en la solemnidad de Jesucristo, Rey del Universo, 24 de noviembre de 2013.
Recorrer y reactualizar la historia de la fe
19. A lo largo de este Año, será decisivo volver a recorrer la historia de nuestra fe, que contempla el misterio insondable del entrecruzarse de la santidad y el pecado. Mientras lo primero pone de relieve la gran contribución que los hombres y las mujeres han ofrecido para el crecimiento y desarrollo de las comunidades a través del testimonio de su vida, lo segundo debe suscitar en cada uno un sincero y constante acto de conversión, con el fin de experimentar la misericordia del Padre que sale al encuentro de todos.
20. Durante este tiempo, tendremos la mirada fija en Jesucristo, «que inició y completa nuestra fe» (Hb 12,2): en él encuentra su cumplimiento todo afán y todo anhelo del corazón humano. La alegría del amor, la respuesta al drama del sufrimiento y el dolor, la fuerza del perdón ante la ofensa recibida y la victoria de la vida ante el vacío de la muerte, todo tiene su cumplimiento en el misterio de su Encarnación, de su hacerse hombre, de su compartir con nosotros la debilidad humana para transformarla con el poder de su resurrección. En él, muerto y resucitado por nuestra salvación, se iluminan plenamente los ejemplos de fe que han marcado los últimos dos mil años de nuestra historia de salvación.
Continuará...
 
¿En qué se parece un "profe" a un termómetro?
En que, cuando ambos marcan "cero", TODOS TIEMBLAN
Ja, ja, ja... 

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