Lima, 28-07-2013 / Año 109 - Nº 5677

EVANGELIO: Lc 11, 1-13

Juan nos presenta la multiplicación de los panes como anuncio de la realización al final de la historia, pero también, como profecía de la Eucaristía.
"Una vez, estaba Jesús orando en cierto lugar. Cuando terminó, uno de sus discípulos le dijo: «Señor, enséñanos a orar, como Juan enseñó a sus discípulos». Él les dijo: «Cuando oren digan: 'Padre, santificado sea tu nombre, venga tu reino, danos cada día nuestro pan cotidiano, perdónanos nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos a todo el que nos ofende, y no nos dejes caer en la tentación'». Y les dijo: «Si alguno de ustedes tiene un amigo y viene durante la medianoche para decirle: 'Amigo, préstame tres panes, pues uno de mis amigos ha venido de viaje y no tengo nada que ofrecerle'. Y desde dentro, el otro le responde: 'estamos acostados; no puedo levantarme para dártelos'. Si el otro insiste llamando, yo les digo que si no se levanta y se los da por ser amigo suyo, al menos para que no siga molestando se levantará y le dará cuanto necesita. Por eso les digo: Pidan y se les dará, busquen y encontrarán, llamen y se les abrirá; porque quien pide recibe, quien busca encuentra, y al que llama se la abre. ¿Qué padre entre ustedes cuando su hijo le pide pan, le dará una piedra? ¿O, si le pide pescado, le dará una serpiente? ¿O si le pide un huevo, le dará un escorpión? Pues, si ustedes, que son malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¿cuánto más el Padre celestial dará el Espíritu a los que se lo pidan?»".
1. ¿POR QUÉ EL DISCÍPULO PIDIÓ A JESÚS QUE LES ENSEÑARA A REZAR?
2. EXPLICA LAS PARTES DEL "PADRE NUESTRO"
3. ¿CUÁL ES LA CLAVE PARA QUE NUESTRA ORACIÓN TENGA EFICACIA?
EL PAPA FRANCISCO: ERRADICAR EL HAMBRE
Vaticano, 20 Junio 2013 - 10:02 a.m. ACI-EWTN Noticias
6. "Los lazos familiares son esenciales para la estabilidad de las relaciones sociales, para la función educativa y para un desarrollo integral, puesto que están animados por el amor, la solidaridad responsable entre las generaciones y la confianza recíproca. Estos son los elementos capaces de hacer menos gravosas hasta las situaciones más negativas, y llevar a una verdadera fraternidad a toda la humanidad, haciendo que se sienta una sola familia, en la que la mayor atención se pone en los más débiles".
Francisco remarcó que "la lucha contra el hambre pasa por la búsqueda del diálogo y la fraternidad" y pidió a la FAO que promocione "la cultura del encuentro y la cultura de la solidaridad". "Pero esto requiere la disponibilidad de los Estados miembros, el pleno conocimiento de las situaciones, una preparación adecuada, e ideas capaces de incluir a toda persona y toda comunidad. Sólo así será posible conjugar el afán de justicia de miles de millones de personas con las situaciones concretas que presenta la vida real".
Al finalizar su discurso para los participantes del evento de la FAO, el Santo Padre les aseguró que "la Iglesia Católica, con sus estructuras e instituciones, les acompaña en este esfuerzo, que busca lograr una solidaridad concreta, y la Santa Sede sigue con interés las iniciativas que la FAO emprende alentando todas sus actividades". CONCLUYÓ: "Les agradezco este momento de encuentro, y bendigo el trabajo que desempeñan a diario al servicio de los últimos. ¡Muchas gracias!".
Fin del artículo
"LUMEN FIDEI"
CARTA ENCÍCLICA DEL PAPA FRANCISCO (Resumen)
2. Tras afirmar que quien cree ve con una luz que ilumina todo el trayecto del camino (n.1), el Santo Padre comenta que muchos contemporáneos piensan que la fe es ilusoria; que creer es lo contrario de buscar, como decía Nietzsche. Para ellos, la fe es un espejismo que nos impide avanzar con libertad hacia el futuro (n.2). Sin embargo, poco a poco se ha visto que la luz de la sola razón no logra iluminar suficientemente; que al renunciar a la búsqueda de una luz grande, de una verdad grande, el hombre se ha contentado con pequeñas luces que alumbran el instante fugaz, incapaces de abrir el camino. "Cuando falta la luz, todo se vuelve confuso, es imposible distinguir el bien del mal, la senda que lleva a la meta de aquella otra que nos hace dar vueltas y vueltas, sin una dirección fija" (n.3). Ante esto, el Papa señala que es urgente recuperar el carácter luminoso de la fe, capaz de iluminar toda la existencia del hombre. "La fe nace del encuentro con el Dios vivo, que nos llama y nos revela su amor, un amor que nos precede y en el que nos podemos apoyar para estar seguros y construir la vida. Transformados por este amor... experimentamos que en él hay una gran promesa de plenitud... La fe, que recibimos de Dios como don sobrenatural, se presenta como luz en el sendero, que orienta nuestro camino en el tiempo... que nos desvela vastos horizontes y nos lleva más allá de nuestro «yo» aislado hacia la más amplia comunión. (n.4)".
Continuará...
 
- ¿Cuál es el colmo de un diabético?
-  No poder vengarse, ¡porque la venganza es DULCE!

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