EVANGELIO: Lc 14, 1.7-14
"Un
sábado entró Jesús en casa de uno de los principales fariseos para comer; y
ellos lo observaban atentamente. Notando que los invitados escogían los
primeros puestos, les propuso esta parábola: «Cuando te inviten a una boda, no
te sientes en el puesto principal, no sea que hayan invitado a otro de más
categoría que tú; y vendrá el que los invitó a ti y al otro y te dirá: 'Cédele
a éste, tu sitio'. Entonces avergonzado, irás a ocupar el último puesto. Al
contrario, cuando te inviten, vete a sentarte en el último puesto, para que,
cuando venga quien te invitó, te diga: 'Amigo, sube más arriba'. Entonces
quedarás muy bien ante todos los comensales. Porque todo el que se enaltece
será humillado, y el que se humilla será enaltecido». Y dijo al que lo había
invitado: «Cuando des una comida o una cena, no invites a tus amigos, ni a tus
hermanos, ni a tus parientes, ni a los vecinos ricos; porque corresponderán
invitándote, y quedarás pagado. Cuando des un banquete, invita a los pobres,
lisiados, cojos y ciegos; dichoso tú, porque no pueden pagarte; te pagarán
cuando resuciten los justos»".
1. PROPÓN ALGUNOS EJEMPLOS ACTUALES CON LOS QUE SUSTITUIRÍAS
LA "PARÁBOLA DE LOS INVITADOS".
2. ¿QUÉ SIGNIFICA: "EL QUE SE ENALTECE SERÁ HUMILLADO,
Y EL QUE SE HUMILLA SERÁ ENALTECIDO"?
3. ¿Cuándo INVITAS, ESPERAS SER RETRIBUIDO? COMPARTE TU
EXPERIENCIA.
EL PAPA FRANCISCO: "JÓVENES NO TENGAN MIEDO DE SER GENEROSOS CON CRISTO, DE DAR
TESTIMONIO DEL EVANGELIO"
Homilía en la Misa de Clausura de la Jornada Mundial de
la Juventud
Río de Janeiro, 28 de
julio del 2013 - Zenit.org
4. La última palabra: PARA SERVIR.
Al comienzo del salmo que hemos proclamado están estas palabras: «Canten al
Señor un cántico nuevo» (95,1). ¿Cuál es este cántico nuevo? No son palabras,
no es una melodía, sino que es el canto de su vida, es dejar que nuestra vida
se identifique con la de Jesús, es tener sus sentimientos, sus pensamientos,
sus acciones. Y la vida de Jesús es una vida para los demás. Es una vida de
servicio. San Pablo decía: «Me he hecho esclavo de todos para ganar a los más pobres»
(1Co 9,19). Para anunciar a Jesús, Pablo se ha hecho «esclavo de todos». Evangelizar es dar testimonio en primera
persona del amor de Dios, es superar nuestros egoísmos, es servir
inclinándose a lavar los pies de nuestros hermanos como hizo Jesús. Tres palabras: Vayan, sin miedo, para servir.
Siguiendo estas tres palabras experimentarán que quien evangeliza es
evangelizado, quien transmite la alegría de la fe, recibe más alegría. Queridos jóvenes, cuando vuelvan a sus
casas, no tengan miedo de ser generosos con Cristo, de dar testimonio del
Evangelio.
En
la primera lectura, cuando Dios envía al profeta Jeremías, le da el poder para
«arrancar y arrasar, para destruir y demoler, para reedificar y plantar» (Jr 1,10).
También es así para ustedes. Llevar el evangelio es llevar la fuerza de Dios
para arrancar y arrasar el mal y la violencia; para destruir y demoler las
barreras del egoísmo, la intolerancia y el odio; para edificar un mundo nuevo. Queridos jóvenes: Jesucristo cuenta con ustedes. La Iglesia cuenta con ustedes. El Papa
cuenta con ustedes. Que María, Madre de Jesús y Madre nuestra, los acompañe
siempre con su ternura: «Vayan y hagan
discípulos a todos los pueblos». Amén.
CARTA
ENCÍCLICA DEL PAPA FRANCISCO
"LUMEN FIDEI": SI NO CREÉIS, NO COMPRENDERÉIS - Is 7,9
5. "El hombre
tiene necesidad de conocimiento, tiene necesidad de verdad, porque sin ella no
puede subsistir, no va adelante" (n.24). En la cultura contemporánea se tiende a aceptar como verdad sólo la
verdad tecnológica o las verdades del individuo, relativas. La verdad
grande, que explica la vida personal y social en su conjunto, es vista con
sospecha, como raíz de los totalitarismos y de los fanatismos (n.25). Sin
embargo, la fe,
"aporta la visión completa de todo
el recorrido y nos permite situamos en el gran proyecto de Dios; sin esa
visión, tendríamos solamente fragmentos aislados de un todo desconocido"
(n.29). Con su
encarnación, Jesús nos ha tocado y, a través de los sacramentos,
también hoy nos toca. Con la fe, nosotros
podemos tocarlo, y recibir la fuerza de su gracia" (n.31). La fe puede
iluminar las interrogantes de nuestro tiempo. En lugar de hacernos
intolerantes, la seguridad de la fe nos pone en camino y hace posible el
testimonio y el diálogo con todos. Ensancha
los horizontes de la razón para iluminar mejor el mundo que se presenta a
los estudios de la ciencia (n.34). Ilumina
el camino de todos los que buscan a Dios. Favorece el diálogo con los seguidores de las diversas religiones.
Y al configurarse como vía, concierne también a los que, aunque no crean,
desean creer y no dejan de buscar. "Quien se pone en camino para practicar
el bien se acerca a Dios, y ya es sostenido por él" (n.35). Al tratarse de una luz, la fe nos invita a
adentrarnos en ella. Del deseo de conocer mejor lo que amamos, nace la
teología cristiana, que participa en la forma eclesial de la fe, donde el
Magisterio del Papa y de los Obispos en comunión con él, asegura el contacto
con la fuente originaria, la
Palabra de Dios en su integridad (n.36).
Continuará...
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