Lima, 29-12-2013 / Año 109 - Nº 5699

¿Ignoramos los ataques que viene sufriendo, la familia? Desde fuera es atacada por factores ideológicos, políticos, sociales y económicos. Pero también desde dentro es atacada por nuestra ignorancia o la negligencia, cuando la descuidamos con nuestra falta de diálogo, de cariños, de respeto mutuo. ¡Concede, Señor, a las familias cristianas sabiduría y fortaleza para enfrentar las dificultades y ser testimonio de solicitud y amor!
PRIMERA LECTURA: Eclo 3, 2-6.12-14
El Eclesiástico, desde la sabiduría popular, valora la familia como santuario de vida. Nos llama a corresponder con amor al amor de nuestros padres.
"Dios hace al padre más responsable que a los hijos y afirma la autoridad de la madre sobre sus hijos. El que honra a su padre alcanza el perdón de sus pecados, el que respeta a su madre acumula tesoros; el que honra a su padre recibirá alegría de sus hijos y, cuando rece, su oración será escuchada; el que respeta a su padre tendrá larga vida, al que honra a su madre, el Señor lo escucha. Hijo mío, sé constante en honrar a tu padre, no lo abandones mientras viva; aunque su inteligencia se debilite, sé comprensivo con él, no lo desprecies mientras viva. La ayuda prestada al padre no se olvidará, será tenida en cuenta para pagar tus pecados".
SEGUNDA LECTURA: Col 3, 12-21
Pablo también nos llama a descubrir en la familia y en la comunidad, un espacio abierto donde debemos vivir la fe con Cristo Jesús.
"Hermanos: Como elegidos de Dios, santos y amados, revístanse de sentimientos de misericordia entrañable, bondad, humildad, dulzura, comprensión. Sopórtense mutuamente y perdónense, cuando alguno tenga quejas contra otro. El Señor ha perdonado: hagan ustedes lo mismo. Y por encima de todo esto, el amor, que es el vínculo perfecto. Que la paz de Cristo reine en sus corazones; a ella han sido convocados, para formar un solo cuerpo. Y sean agradecidos. La palabra de Cristo habite en ustedes con toda su riqueza; instrúyanse unos a otros con toda sabiduría; corríjanse mutuamente. Canten a Dios, denle gracias de corazón, con salmos, himnos y cánticos inspirados. Y, todo lo que de palabra o de obra realicen, sea todo en nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios por medio de él. Esposas respeten a sus maridos, como creyentes en el Señor. Maridos amen a sus esposas, y no sean duros con ellas. Hijos, obedezcan a sus padres en todo, que eso le gusta al Señor. Padres no exasperen a sus hijos, no sea que se desalienten".

Eclo 6, 35: "Procura escuchar toda explicación, y que no se te escapen los dichos sensatos"

¡Celebrar la Navidad = Actualizar su nacimiento en nuestras almas!
 
El colmo de un electricista:
Que su esposa se LLAME LUZ y sus hijos, le sigan LA CORRIENTE

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