Pablo VI añadía una sugerencia de gran contenido ascético y apostólico que no podemos dejar pasar desapercibida, por referirse a nuestro esfuerza personal comprometido en la tarea de sobrenaturalizar las alegrías humanas. "Para el cristiano, como para Jesús, se trata de vivir las alegrías humanas que el Creador pone a su disposición en acción de gracias al Padre" Basándonos en tan alentador programa de acción apostólica y proyecto de realizaciones, podemos comprometernos en una hermosa tarea, la de sobrenaturalizar la alegría y hacerla motivo de santificación personal e instrumento de glorificación a Dios. Hermosa tarea, si luego compartimos nuestra experiencia con los demás y nos esforzamos por hacerla más agradable y atractiva, tanto a los amargados por los fracasos como a los saturados de bienestar y de placer sensual. Así podríamos abrir muchos la visión de una felicidad que no acaban de encontrar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario