Lima, 20-07-2008 / Año 104 - Nº 5414

DOMINGO XVI DEL TIEMPO ORDINARIO
La actividad escondida de Dios está constantemente transformando el mundo. Él planta la semilla y pacientemente espera la cosecha. Mientras lo bueno y lo inservible crecen juntos. Pero los separará en el Día del Señor, día en que verdaderamente veremos la misericordia y el amor de Dios.
1ª LECTURA: Sabiduría 12,13.16- 19
EN EL PECADO, DAS LUGAR AL ARREPENTIMIENTO

El libro de la Sabiduría alaba a Dios, cuyo poder lo hace justo y misericordioso, puede perdonarlo todo. Nosotros pecadores, esperando ser perdonados, no debemos actuar diferente a nuestro Padre Celestial.
SALMO: 85, 5-6.9-10.15-16a
Respondemos: "Tú, Señor, eres bueno y clemente”
2ª LECTURA: Romanos 8, 26-27,
EL ESPIRITU VIENE EN NUESTRA AYUDA

San Pablo nos dice que el Espíritu Santo condesciende para tomar nuestras débiles oraciones para testimoniarlas a Dios y presentárselas.
EVANGELIO: Mateo 13, 24-43
DEJENLOS CRECER JUNTOS HASTA LA COSECHA
En este evangelio Jesús nos revela su paciencia con la cizaña; es Dios quien separará lo bueno y lo malo en el último día. Al mismo tiempo, nosotros la Iglesia imperfecta, debemos también esperar pacientemente y no juzgar severamente.

DESEOS
Deseo la paz del alma como la flor desea al Sol. Deseo el equilibrio de mis sentimientos y hacer el bien como la lluvia a los cultivos. Deseo ser humano, fuera del vértigo del cinismo y de la vulgaridad. Deseo el equilibrio del carácter, para estar siempre disponible a las necesidades del hermano que busca ayuda. Señor dame inteligencia para ser un sostén del ignorante, y poder llevarlo a ti. Deseo tener una voluntad fuerte como la raíz que penetra en la roca para llevar esperanza a los débiles. Deseo el remordimiento de mis faltas, para que la humildad del corazón sea mi amiga. Deseo un corazón que sepa conmoverse, para llorar con los que lloran y gozar con los que gozan. Señor, deseo encontrar almas abiertas a Ti; almas llenas de angustia para poder hablarles de Ti, almas desesperadas para poder salvarlas contigo...
LA OPCION VOCACIONAL
La opción vocacional nace de una confrontación. Elegir es confrontarse, ante todo, con un guía espiritual. Don Bosco sintió la falta de él: "Oh, si hubiera tenido un guía que se hubiese preocupado de mi vocación, habría sido un gran tesoro para mí; pero este tesoro me faltaba".
“Tenía un buen confesor, que pensaba en hacerme cristiano, pero en el tema de vocación nunca quiso meterse”. Por eso llevar adelante el proceso del discernimiento vocacional solo, lo hace difícil.

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