MOTIVOS SOBRENATURALES DE LA ALEGRIA


Vida y tierra, cuerpo y alma, todo está clarificado; todo tiene un sentido divino, una gloriosa orientación y destino hermoso. Hagamos a Dios "la caridad" de estarle agradecidos y brotará la alegría en nuestro corazón. Regalemos a Dios "la oración de estar contentos de él y de sus obras".
Decía Jesús: "Bienaventurados los ojos que ven lo que ustedes ven; pues les aseguro que muchos profetas y reyes desearon ver lo que ustedes ven y no lo vieron, como también oír las cosas que ustedes oyen y no las oyeron..." (Lc 10, 23-24).
Basta una mirada en torno nuestro, a otras almas, y a millones de almas; basta una mirada a la Historia... Y podríamos considerarnos felices de haber nacido en nuestro siglo y en esta latitud del mundo y en el ambiente que nos hizo posible gozar de tantas maravillas. ¡Deberíamos, sí, sentirnos bienaventurados por tantas cosas buenas

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