LA HUMANIDAD NECESITA LIBERACION
Benedicto XVI
La humanidad necesita ser liberada y redimida. La creación misma -dice san Pablo sufre y alberga la esperanza de entrar en la libertad de los hijos de Dios (cf Rm 8,19-22). Estas palabras son verdaderas también en el mundo de hoy. La creación sufre. La humanidad sufre y espera la verdadera libertad, espera diferente, mejor; espera la "redención". Y, en el fondo, sabe que ese mundo nuevo esperado supone un hombre nuevo, supone "hijos de Dios". San Pablo había comprendido muy bien que sólo en Cristo la humanidad puede encontrar redención y esperanza. Era consciente de que la humanidad, privada de Cristo, está "sin esperanza y sin Dios en el mundo" (Ef 2,12). Efectivamente, "quien no conoce a Dios, aunque tenga múltiples esperanzas, en el fondo está sin esperanza, sin la gran esperanza que sostiene toda la vida" (cf Ef 2, 12).
Benedicto XVI
La humanidad necesita ser liberada y redimida. La creación misma -dice san Pablo sufre y alberga la esperanza de entrar en la libertad de los hijos de Dios (cf Rm 8,19-22). Estas palabras son verdaderas también en el mundo de hoy. La creación sufre. La humanidad sufre y espera la verdadera libertad, espera diferente, mejor; espera la "redención". Y, en el fondo, sabe que ese mundo nuevo esperado supone un hombre nuevo, supone "hijos de Dios". San Pablo había comprendido muy bien que sólo en Cristo la humanidad puede encontrar redención y esperanza. Era consciente de que la humanidad, privada de Cristo, está "sin esperanza y sin Dios en el mundo" (Ef 2,12). Efectivamente, "quien no conoce a Dios, aunque tenga múltiples esperanzas, en el fondo está sin esperanza, sin la gran esperanza que sostiene toda la vida" (cf Ef 2, 12).
SER FELICES
Nada, ni nadie, ni el mismo Dios puede hacer que tu día sea feliz, si no trabajas sobre ti mismo, perfeccionando tus tendencias e inclinaciones; procurando siempre el mejor camino a seguir. El secreto de una jornada tranquila y serena está en tu corazón. "¡Y sólo tú puedes descubrirlo! Dios nunca deja de derramar favores y misericordia sobre ti; por eso, quien determina el nivel de felicidad en tu día; ¡eres tú mismo! Muéstrame, Señor, tus caminos, y enséñame tus senderos. Guíame con tu verdad; guíame con tu amor (cf Sal 24, 4-5) i No lo olvides!
Nada, ni nadie, ni el mismo Dios puede hacer que tu día sea feliz, si no trabajas sobre ti mismo, perfeccionando tus tendencias e inclinaciones; procurando siempre el mejor camino a seguir. El secreto de una jornada tranquila y serena está en tu corazón. "¡Y sólo tú puedes descubrirlo! Dios nunca deja de derramar favores y misericordia sobre ti; por eso, quien determina el nivel de felicidad en tu día; ¡eres tú mismo! Muéstrame, Señor, tus caminos, y enséñame tus senderos. Guíame con tu verdad; guíame con tu amor (cf Sal 24, 4-5) i No lo olvides!
LA ALEGRIA DE LA VIDA FAMILIAR
Podemos mantener la alegría en nuestro hogar a familia si sabemos cultivar, favorecer o propiciar la intimidad y relación confiada que da la paz interior y exterior, donde la presencia de Dios hacen más fácil un clima de diálogo, de responsabilidad, de respeto y de disfrute de tantos detalles y acontecimientos de la vida, por encima de todas las dificultades. Cuidar el interés por todos y cada uno de los miembros, aceptándonos como somos con jovialidad para disfrutar de los momentos buenos y superar los malos.
Podemos mantener la alegría en nuestro hogar a familia si sabemos cultivar, favorecer o propiciar la intimidad y relación confiada que da la paz interior y exterior, donde la presencia de Dios hacen más fácil un clima de diálogo, de responsabilidad, de respeto y de disfrute de tantos detalles y acontecimientos de la vida, por encima de todas las dificultades. Cuidar el interés por todos y cada uno de los miembros, aceptándonos como somos con jovialidad para disfrutar de los momentos buenos y superar los malos.
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