Mateo 18, 15- 20
§ El Señor elige El mismo a sus emisarios. El enviado de Dios no puede silenciar el juicio de Dios. Hay que hablar, es el amor al prójimo. Es la preocupación del hermano por el hermano. Y cuando dos o tres están reunidos en Su nombre, allí está El. El amor no suplanta a la ley ni la ley puede actuar sin el amor. La comunidad, desde la verdad, tiene la posibilidad de marginar al que no se corrige...
§ La corrección fraterna requiere claridad y prudencia cuando hay una falta grave contra Dios y contra la Comunidad: En la Comunidad es Cristo presente. La Iglesia local, puede actuar con derecho y expulsar a un pecador empedernido. Decidir teniendo en cuenta la eternidad y dando la facilidad de recurrir a los sacramentos. Es Cristo presente que pone a disposición del pecador su misericordia y su perdón.
§ La Comunidad católica no es una reunión de humanos con opiniones religiosas personales, es la presencia de Cristo vivo con sus enseñanzas.
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