LA SONRISA DE LA VIRGEN
Benedict
o XVI
¡Qué acertada fue la intuición de Chautard, que en el alma de todo apostolado, propuso al cristiano fervoroso encontrarse frecuentemente "con la mirada de la Virgen María" ¡Sí, buscar la sonrisa de la Virgen María no es un infantilismo piadoso; es la aspiración, de los que son "Ios más ricos del pueblo" (Sal 45,13). Se entiende en el orden de la fe, los que tienen mayor madurez espiritual y por eso saben reconocer su debilidad y pobreza ante Dios. En una manifestación de ternura sencilla como la sonrisa, percibimos que nuestra única riqueza es el amor que Dios nos regala y que pasa por el corazón de la mujer que ha llegado a ser nuestra Madre. Buscar esa sonrisa es ante todo acoger la gratuidad del amor; es también saber provocar esa sonrisa con nuestros esfuerzos por vivir según la Palabra de su Hijo amado, del mismo modo que un niño trata de suscitar la sonrisa de su madre haciendo lo que le gusta.
Benedict
o XVI¡Qué acertada fue la intuición de Chautard, que en el alma de todo apostolado, propuso al cristiano fervoroso encontrarse frecuentemente "con la mirada de la Virgen María" ¡Sí, buscar la sonrisa de la Virgen María no es un infantilismo piadoso; es la aspiración, de los que son "Ios más ricos del pueblo" (Sal 45,13). Se entiende en el orden de la fe, los que tienen mayor madurez espiritual y por eso saben reconocer su debilidad y pobreza ante Dios. En una manifestación de ternura sencilla como la sonrisa, percibimos que nuestra única riqueza es el amor que Dios nos regala y que pasa por el corazón de la mujer que ha llegado a ser nuestra Madre. Buscar esa sonrisa es ante todo acoger la gratuidad del amor; es también saber provocar esa sonrisa con nuestros esfuerzos por vivir según la Palabra de su Hijo amado, del mismo modo que un niño trata de suscitar la sonrisa de su madre haciendo lo que le gusta.
UN AMOR DIFE
RENTE
Ayudar a las personas que queremos a cargar sus cruces, puede ser una satisfacción. Sin embargo, ofrecer los hombros a las menos queridas exige renuncia y un amor por encima de nuestros afectos. iExige un amor diferente! Es este amor que nos hace renunciar a divergencias; que demuestra cuán grande es el corazón humano cuando está libre de amarguras y rencores. Olvida tus divergencias, cuando la vida te extiende la mano, en nombre de un amor mayor. Un amor Por encima de cualquier afecto. ¡Un amor diferente!
RENTEAyudar a las personas que queremos a cargar sus cruces, puede ser una satisfacción. Sin embargo, ofrecer los hombros a las menos queridas exige renuncia y un amor por encima de nuestros afectos. iExige un amor diferente! Es este amor que nos hace renunciar a divergencias; que demuestra cuán grande es el corazón humano cuando está libre de amarguras y rencores. Olvida tus divergencias, cuando la vida te extiende la mano, en nombre de un amor mayor. Un amor Por encima de cualquier afecto. ¡Un amor diferente!
BRINDAR ALEGRIA
La alegría es un deber hacia los demás. Todos los deberes hacia los que nos rodean y los que conviven con nosotros en el colegio, en el trabajo, en la familia, los amigos y en los diferentes grupos a los que pertenecemos se pueden resumir en una sola expresión: civilización de amor. Y recuerda que sin alegría nunca llegarás a realizar tu proyecto personal. Brindar alegría debe ser la síntesis de todos los deberes que tenemos contraídos con todas las personas que tratamos y con las que convivimos.
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