Lima, 30-11-2008 / Año 104 - Nº 5433

DOMINGO PRIMERO DE ADVIENTO
Al iniciar hoy un nuevo año litúrgico, la Palabra de Dios golpea y sacude nuestro corazón con una clarinada de atención: "Estad despiertos. ¡El Señor viene! El adviento es el tiempo en que la tierra se abre a Dios para que venga a renovar todas las cosas. Con los ojos vueltos hacia el Señor, rechacemos de nuestra vida toda rutina y oscuridad, y convirtámonos en discípulos-misioneros del Maestro, atentos a su venida.
PRIMERA LECTURA: Isaías 63, 16b-17.19b; 64, 2b-7
¡OJALA RASGASES EL CIELO Y BAJASES!
Ante la manifestación del Señor, hay que estar despiertos y vigilantes, preparados para recibirlo en una auténtica conversión. Podemos confiarnos en Aquel que viene a salvarnos.
SALMO: 79, 2ac y 3b.15-16.18-19
Respondemos: "Señor, Dios nuestro restáuranos, que brille tu rostro y nos salve"
SEGUNDA LECTURA: 1 Corintios 1, 3 - 9
AGUARDANOS LA MANIFESTACION DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO

Dios es amor. Por tanto su manifestación será manifestación de su bondad: vendrá a coronar misericordiosamente en nosotros su obra de redención.
EVANGELIO: Marcos 13, 33 - 37
ESTEN ATENTOS, PUES NO SABEN CUANDO VENDRA El DUEÑO DE LA CASA
Jesús anuncia la caída de Jerusalén. Pero los judíos, estarán tan descuidados frente a este acontecimiento como lo estuvo la generación de Noé en el momento del diluvio. Nada extraño entonces que se dejen sorprender como por un Ladrón. ¡La vigilancia es necesaria a los discípulos de Cristo!

LA CORONA DE ADVIENTO
PRIMER DOMINGO DE ADVIENTO
Inicia:
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo
Bendición: Bendecimos (+) hoy la Corona de Adviento, la cual es símbolo de Cristo. Luz del mundo que está por venir. Vamos a prender una vela cada domingo. Así al acercarnos a la fiesta del nacimiento de Jesús, habrá más luz. Porque cuando más nos acercamos a Jesús, tanto más él ilumina nuestra vida y ¡somos felices!
Oración (Todos juntos): Al encender esta primera vela, te bendecimos Dios Padre nuestro, Creador de todo lo que es hermoso y bueno, bendito seas Tú, Dios Creador y Salvador. Bendita esta luz que significa el deseo ardiente que tenemos por la venida de tu Hijo Jesús, para que nuestras vidas y nuestros corazones sean cada vez más iluminados por tu amor y su palabra. Bendito seas, Tú, Padre Creador y Salvador.
Todos: Padre nuestro...; Dios te salve...; Gloria...
SINCERIDAD EN LA CONFESION
La sinceridad plena y absoluta con el confesor es necesaria. No tengan miedo de decirle sus defectos, sus faltas. Ser bueno no quiere decir no cometer ninguna falta, no; por desgracia todos estamos inclinados a cometerlas. Ser bueno consiste en tener voluntad de enmendarse. Por eso, cuando el penitente manifiesta una falta al confesor, aun cuando sea ésta grave, el confesor tiene en cuento la voluntad, y no se extraña; al contrario, experimenta el mayor consuelo que puede disfrutar en este mundo, viendo que el penitente le tiene confianza, que desea vencer al demonio y ponerse en gracia de Dios, y que quiere adelantar en la virtud.

No hay comentarios: