Lima, 04-01-2009 / Año 105 - Nº 5438

LA EPIFANIA DEL SEÑOR
Hoy celebramos la fiesta de la Manifestación del Señor como Salvador de todos los hombres. El Padre Dios nos reúne nuevamente para darnos una nueva esperanza, una nueva manifestación de su amor. Todos los hombres sin distinción estamos llamados a formar parte de esa Ciudad de Dios, a convertirnos en sus hijos, a participar de su amistad y de su vida.
PRIMERA LECTURA: Isaías 60, 1-6
LA GLORIA DEL SEÑOR AMANECE SOBRE TI
Isaías profetiza la gloria luminosa de los tiempos del Mesías. Jerusalén simboliza la Iglesia, iluminada por Cristo el Señor, que atrae a sí a todas las naciones para hacerlas partícipe de los dones del Salvador.
Salmo: 71, 1-2.7-8.10-11.12-13
Respondemos: "Los confines de la tierra han contemplado la victoria de nuestro Dios"
SEGUNDA LECTURA: Efesios 3, 2-3a.5-6
TAMBIEN LOS PAGANOS SON COHEREDEROS DE LA PROMESA
San Pablo, en esta lectura, nos habla de los salvados del Diluvio como signo y figura de los salvados en las aguas del Bautismo, que actualizan purificación y "compromiso con Dios de una conciencia pura".
EVANGELIO: Mateo 2, 1-12
VENIMOS DE ORIENTE A ADORAR AL REY

Mateo nos ilustra el misterio llamado de los no elegidos, a la plenitud de la fe; de la gloria de Dios en medio de la pobreza cotidiana; el rechazo de la gloria de Dios por parte de los poderosos; el gozo de los creyentes, la actitud de adoración que corresponde a la revelación de la gloria.

YO SOY EL SEÑOR TU DIOS
Dios es maravilloso, me trata de "tu" y se presenta como un gran amigo. El hombre ha tratado siempre de entender a Dios pero la definición que Dios da de si mismo supera en profundidad a cualquier otra definición. Yo soy "el que es" le dice a Moisés. Es la plenitud del ser, que no necesita de otro para ser. Es una grandeza llena de benevolencia y de amor. Se ve que no es una relación que humilla, sino que es relación libre y que eleva. Yo seré tuyo si tú lo quieres. Dios será la más grande conquista del hombre. La amistad con Dios será la posibilidad más grande y feliz. Adán perdió una batalla pero Dios le abre a todo ser humano la posibilidad de una victoria. Dios recupera al hombre mediante la libertad, signo de estima y de confianza. Del primer mandamiento de la Ley de Dios, el hombre no sale encadenado, sino libre de la violencia del mal. Este primer mandamiento proclama dos grandezas: la del Señor, grandeza intacta y la del hombre, grandeza libre. Reconocerlo es inteligencia; seguirlo es verdadera libertad.
DON BOSCO SACERDOTE
El clérigo Bosco, cuido mucho la conquista de las virtudes sacerdotales. Ante todo la piedad que consideró siempre como el factor más eficaz y el alimento más esencial para la vida y la obra del sacerdote. Su comunión diaria en la iglesia de San Felipe, quedando en ayunas hasta el mediodía, es el índice más elocuente y demuestra que estima de veras la santa comunión como el sostén más grande de su vocación.

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