Lima, 01-02-2009 / Año 105 - Nº 5442

CUARTO DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO
Hermanos, estamos reunidos para celebrar nuestra Eucaristía dominical. Que nuestra presencia aquí sea un testimonio de nuestra confianza plena en el Señor. Él es más fuerte que el mal que enfrentamos diariamente.
PRIMERA LECTURA: Deuteronomio 18,15-20
HARE SURGIR UN PROFETA Y PONDRE MIS PALABRA EN SU BOCA

La lectura tomada del libro del Deuteronomio, nos dice lo que es el "Profeta": un hombre habitado por el Espíritu de Dios. Recibe sus palabras y las trasmite al Pueblo con autoridad.
SALMO: 94, 1-2.6-7.8-9
Respondemos: "Escuchemos la voz del Señor"
SEGUNDA LECTURA: 1 Corintios 7, 32-35
PREOCUPENSE DE LOS ASUNTOS DEL SEÑOR
El Casado o Soltero, en el plano de la fe y en la perspectiva del cristiano, ha de agradar al Señor y realizar en todo su voluntad. Cualquiera que sea nuestro estado de vida, estamos llamados a la santidad.
EVANGELIO: Marcos 1, 21-28
ENSEÑABA CON AUTORIDAD
Marcos, nos presenta sobre todo, con bastante relieve, la misteriosa figura del nuevo profeta, "poderoso en palabras y obras". Desde siglos, el misterio de Cristo queda y los hombres siguen preguntándose: ¿Quién es este Jesús?

¿VIEJOS?
La edad es como los vinos: estropea los malos pero mejora a los buenos. Hay que saber envejecer perfeccionando la propia personalidad, conservando siempre la juventud de espíritu. Envejecer con sabiduría no es envejecer, sobre todo cuando se sabe acercarse a la eterna sabiduría del Creador. La sabiduría es un don del Espíritu Santo, que nos hace "gustar" la verdad que viene del Dios uno y trino. Así, nuestra persona conservará la alegría de vivir en Cristo. No entristezcas tu vida con los condicionadores que te traen, en esta vida terrena, sombras y pesimismos. Tenemos que ser optimistas, porque estamos destinados por Dios a una vida interminable,... un "tiempo" interminable. Hay que conquistar ese "futuro."
DON BOSCO Y LA VOCACION
La vocación es el llamado divino a la vida religiosa y sacerdotal. Está garantizada por el fin sobrenatural y por la idoneidad de santidad, ciencia y virtud, que son además los criterios de la aceptación de parte de los Superiores como representantes de Dios. Si la vocación es cierta, Don Bosco dice que es obligatorio en conciencia el seguirla, para no exponerse a muy serias consecuencias de orden temporal y eterno, entre las cuales el peligro de la misma condenación, según expresión de San Alfonso, Doctor de la Iglesia.

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