TESTIGOS Y ANU
NCIADORES DE CRISTO, MUERTO Y RESUCITADO
§ Recordemos el encuentro de Jesús con los discípulos de Emaús, mientras van de camino. Los Apóstoles están escondidos por temor a las autoridades que quieren meterlos a la cárcel, por hablar de "Ése"; pero Jesús no los abandona. Están reunidos y de pronto se aparece alguien... ¿Quién? ¿Es un fantasma?... Es Jesús que se esfuerza en hacerse conocer. Es muy concreto y convincente para demostrar que es Él... Los testigos son los once. Son garantía de la autenticidad del hecho. Jesús, muerto en la cruz, amortajado, sepultado, ahora está vivo.
§ Y Jesús, como hizo con los discípulos de Emaús, les abre la inteligencia. La Pasión y Muerte de Jesús fue un golpe muy fuerte, porque ellos esperaban un líder liberador del dominio político. Jesús les dice: "¿Por qué se turban y dudan? Los apóstoles van entendiendo que la verdad de Jesucristo no se impone con formas humanas.
§ ¡Cuántas veces al evaluar nuestros actos de evangelización, pensamos de un modo humano! ¿Queremos ahorrarnos los sufrimientos y sentir los aplausos? La Resurrección viene después de la Cruz. Tenemos que seguirlo a Él, viviendo esa vida de gracia y redención que se nos ofrece. San Juan nos dice: "Hijitos míos, les escribo esto para que no pequen. Pero si alguno peca, tenemos a uno que abogue ante el Padre por los pecados del mundo entero. A Jesucristo, el Justo".
§ Todo lo que esperaban los Profetas desde que los primeros padres fueron echados del Paraíso, ha sido cumplido ¿No somos preferidos, privilegiados? Podemos comprobar cómo todo lo que se dice en la Biblia, se ajusta a lo que creemos. Todo encaja perfectamente.
§ Pedro, entusiasmado predica: “Israelitas, el Dios de nuestros padres ha glorificado a su siervo." "Ustedes renegaron del Santo, hicieron morir al que lleva a la vida". Lo principal es la conversión -como dice Pedro- y llegar al perdón como dice Juan. Los frutos que produzcamos, serán proporcionales a nuestra fidelidad a Él, a Jesús Resucitado.
NCIADORES DE CRISTO, MUERTO Y RESUCITADO§ Recordemos el encuentro de Jesús con los discípulos de Emaús, mientras van de camino. Los Apóstoles están escondidos por temor a las autoridades que quieren meterlos a la cárcel, por hablar de "Ése"; pero Jesús no los abandona. Están reunidos y de pronto se aparece alguien... ¿Quién? ¿Es un fantasma?... Es Jesús que se esfuerza en hacerse conocer. Es muy concreto y convincente para demostrar que es Él... Los testigos son los once. Son garantía de la autenticidad del hecho. Jesús, muerto en la cruz, amortajado, sepultado, ahora está vivo.
§ Y Jesús, como hizo con los discípulos de Emaús, les abre la inteligencia. La Pasión y Muerte de Jesús fue un golpe muy fuerte, porque ellos esperaban un líder liberador del dominio político. Jesús les dice: "¿Por qué se turban y dudan? Los apóstoles van entendiendo que la verdad de Jesucristo no se impone con formas humanas.
§ ¡Cuántas veces al evaluar nuestros actos de evangelización, pensamos de un modo humano! ¿Queremos ahorrarnos los sufrimientos y sentir los aplausos? La Resurrección viene después de la Cruz. Tenemos que seguirlo a Él, viviendo esa vida de gracia y redención que se nos ofrece. San Juan nos dice: "Hijitos míos, les escribo esto para que no pequen. Pero si alguno peca, tenemos a uno que abogue ante el Padre por los pecados del mundo entero. A Jesucristo, el Justo".
§ Todo lo que esperaban los Profetas desde que los primeros padres fueron echados del Paraíso, ha sido cumplido ¿No somos preferidos, privilegiados? Podemos comprobar cómo todo lo que se dice en la Biblia, se ajusta a lo que creemos. Todo encaja perfectamente.
§ Pedro, entusiasmado predica: “Israelitas, el Dios de nuestros padres ha glorificado a su siervo." "Ustedes renegaron del Santo, hicieron morir al que lleva a la vida". Lo principal es la conversión -como dice Pedro- y llegar al perdón como dice Juan. Los frutos que produzcamos, serán proporcionales a nuestra fidelidad a Él, a Jesús Resucitado.
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