Fundado: 24-04-1904 Lima, 29-03-2009 / Año 105 - Nº 5450 - 4000 ejemplares

LA VIDA SACRIFICADA Y OBEDIENTE ES LA QUE DA MAS FRUTO
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Hemos llegado a un momento en el que debemos preguntarnos: ¿qué hemos hecho hasta hoy? ¿Hemos mejorado? Está próxima la Semana Santa. Jesús acaba de ser recibido por pueblo de Jerusalén con aclamaciones, ramos de olivo, alfombrando su paso, como un triunfador...
§ La alegría que sintieron los israelitas al recibir a Jesús... ¿la sentimos nosotros? ¿Crece nuestro entusiasmo por Jesús? Dios pone en boca de Jeremías su mensaje: "He aquí que vienen días en que yo pactaré con la casa de Israel una nueva alianza."
§ Nuestra vida es como una vela que se encendió el día en que nacimos y fuimos bautizados. ¿Cuidamos esa luz? ¿Se va avivando su luz verdadera? Durante nuestra vida tenemos que ir acumulando en la base material, para que cuando la débil llama de nuestra vida llegue a su fin, pueda producirse un fogonazo de amor de Dios que vaya hasta la vida eterna... Es la liberación. ¿Cuál es tu código de amor? Conversión es cambiar de acuerdo a lo que amamos... Amar es vivir, convertirse, corregirse. Es acumular la fuerza para el último fogonazo, de lo contrario, es hundirse en la oscuridad, es odiarse. Nadie ama lo que no conoce. "Si conocieras el don de Dios...". Acércate más a Jesús; conócelo; estúdialo... porque en Él está la verdad de todo lo creado...
§ La vida pasa con la hierba del campo que pronto se seca y desaparece... El punto clave en la vida es la obediencia a las enseñanzas de Jesús; como lo hicieron sus Apóstoles, la Virgen María, San José, y tantísimos discípulos. Debemos ser como Él, que "obedeciendo se convirtió en causa de salvación para todos nosotros". Y... se sigue una eternidad... ¿Cómo quieres que sea tu eternidad?

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