Lima, 29-03-2009 / Año 105 - Nº 5450

BENEDICTO XVI NOS PRESENTA A SAN JOSE
Queridos padres y madres reunidos hoy aquí ¿confían en Dios que hace de ustedes padres y madres de sus hijos adoptivos? ¿Aceptan que cuente con ustedes para transmitir a sus hijos los valores humanos y espirituales que han recibido y que les prepararán para vivir su vida con amor y respeto de su santo nombre? En una época en que tantas personas sin escrúpulos quieren imponer el reino del dinero despreciando a los más pobres, tienen que estar atentos (...) ¡están en peligro si no reconocen al verdadero autor de la Vida! ¡Han recibido de Dios muchas virtudes humanas, cuiden de sus almas! No se dejen fascinar por falsas glorias e ideales falsos. ¡Tengan fe!
... Padres de familia, pues san José es su modelo. Él les puede enseñar el secreto de su paternidad, él que veló por el Hijo del Hombre. Del mismo modo, todo padre recibe de Dios a sus hijos creados a su imagen y semejanza. San José fue el esposo de María. Del mismo modo, a cada padre de familia se le confía el misterio de la mujer a través de su propia esposa. Como san José, queridos padres de familia, respeten y amen a su esposa y guíen a sus hijos con amor y con su presencia atenta hacía Díos, donde deben estar (Cf. Lucas 2, 49).
Por último, a todos los jóvenes que aquí se encuentran, les dirijo palabras de amistad y aliento: ¡Ante las dificultades de la vida, mantengan el valor! Su existencia tiene un precio infinito a los ojos de Dios. ¡Déjense arrebatar por Cristo, entréguenle su amor, por qué no, en el sacerdocio o la vida consagrada! Es el servicio más alto. A los niños que ya no tienen un padre o que viven abandonados en la miseria de la calle, a los que han sido separados con la violencia de sus padres, maltratados y abusados, y reclutados por la fuerza en grupos paramilitares de ciertos países, les digo: Dios les ama. ¡No les olvida y san José les protege! Invóquenlo con confianza.
¿QUIEN ES JESUS? Beata Teresa de Calcuta
«Para mí, Jesús es el Verbo hecho carne.
La Palabra, para ser dicha.
La Verdad, para ser proclamada.
El Camino, para ser recorrido.
La luz, para ser encendida.
La Vida, para ser vivida.
El Amor, para ser amado.
La Alegría, para ser compartida.
El Pan de Vida, para que sea mi sustento.
El Hambriento, para ser alimentado.
El Desamparado, para ser recogido.
El Enfermo, para ser curado.
El Solitario, para ser amado.
El Alcoholizado, para escucharlo.
El Deficiente Mental, para protegerlo.
El Pequeñín, para abrazarlo.
El Drogadicto, para ser comprendido en amistad.
El Anciano, para ser atendido.
Para mí, Jesús es mi Dios.
Jesús es mi Esposo.
Jesús es mi Vida.
Jesús es mi único amor.
Jesús es mi Todo».
UN POCO DE HISTORIA
Los primeros salesianos, siguiendo el pensamiento de San Juan Bosco en el mundo, vinieron al Perú "solicitados por el Presidente Manuel Candamo. Había muchos jovencitos necesitados de ayuda por las consecuencias del Conflicto del año 79: Instrucción religiosa y especialidad técnica. Por eso, en lo primero que se piensa es en abrir un internado y armar una Escuela de Artes y Oficios. Fue la primera escuela que en el Perú tuvo los "talleres" de carpintería, mecánica, sastrería y zapatería, a los que poco después se agregó la tipografía, de donde salieron muchos "buenos cristianos y honrados ciudadanos".

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