ASUNCION DE LA VIRGEN MARIA
Llevada al cielo en cuerpo y alma
Lucas 1, 39 - 56
§ La vida de María nos habla de su "si" y de su entrega total a su Creador; que de esclava, pasa a ser Madre de Dios hecho hombre; que de humilde sierva, pasa a ser Reina de la creación, libre e inmune de todo pecado, siempre Virgen. La mujer que llevó en su seno al Salvador y Redentor del género humano, y que el mismo redentor proclamó Madre de todos nosotros. María responde con su canto maravilloso, envuelta en las luces fulgurantes de la Divinidad que la colmaban totalmente: "Mi alma proclama la grandeza del Señor y mi espíritu se llena de gozo en Dios mi Salvador..."
§ Reconociendo Isabel que María llevaba en su seno al Salvador, y por el gozo que ella misma llevaba en el suyo, la saluda de modo muy especial: Bendita. Ella que cuidó del Niño-Dios, como Madre amorosa y que lo acompañó más tarde en el camino hacia la Cruz, y que seguramente gozó cuando El resucitó y subió a los Cielos, esperó perseverante hasta que al fin de sus días en este mundo.
§ Fue llevada al Cielo, por los ángeles a la compañía de su Hijo, verdadero Dios y Hombre. Pero como Cristo que asumió en si mismo a todo el género humano e hizo de todos los hombres sus hermanos, Ella, participando en la obra redentora de Cristo, es Madre nuestra: pronta a auxiliarnos en nuestra lucha por ganar la entrada al Reino. La asunción de María al Cielo nos anima a perseverar en nuestra lucha y nos anuncia la resurrección que también será nuestro final en el Reino de Dios.
Llevada al cielo en cuerpo y alma
Lucas 1, 39 - 56
§ La vida de María nos habla de su "si" y de su entrega total a su Creador; que de esclava, pasa a ser Madre de Dios hecho hombre; que de humilde sierva, pasa a ser Reina de la creación, libre e inmune de todo pecado, siempre Virgen. La mujer que llevó en su seno al Salvador y Redentor del género humano, y que el mismo redentor proclamó Madre de todos nosotros. María responde con su canto maravilloso, envuelta en las luces fulgurantes de la Divinidad que la colmaban totalmente: "Mi alma proclama la grandeza del Señor y mi espíritu se llena de gozo en Dios mi Salvador..."
§ Reconociendo Isabel que María llevaba en su seno al Salvador, y por el gozo que ella misma llevaba en el suyo, la saluda de modo muy especial: Bendita. Ella que cuidó del Niño-Dios, como Madre amorosa y que lo acompañó más tarde en el camino hacia la Cruz, y que seguramente gozó cuando El resucitó y subió a los Cielos, esperó perseverante hasta que al fin de sus días en este mundo.
§ Fue llevada al Cielo, por los ángeles a la compañía de su Hijo, verdadero Dios y Hombre. Pero como Cristo que asumió en si mismo a todo el género humano e hizo de todos los hombres sus hermanos, Ella, participando en la obra redentora de Cristo, es Madre nuestra: pronta a auxiliarnos en nuestra lucha por ganar la entrada al Reino. La asunción de María al Cielo nos anima a perseverar en nuestra lucha y nos anuncia la resurrección que también será nuestro final en el Reino de Dios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario