Lima, 30-08-2009 / Año 105 - Nº 5472

SOLEMNIDAD DE SANTA ROSA DE LIMA
Celebramos hoy el día de Santa Rosa de Lima, Patrona de nuestro continente latinoamericano, quien se dedicó desde su propia casa a una vida de piedad y virtud, y que ya desde la tercera Orden de Santo Domingo tuvo grandes progresos en el camino de la penitencia y de la contemplación; que la vida de esta gran mujer nos ayude a buscar la santidad desde la contemplación y la solidaridad con los hermanos pobres.
PRIMERA LECTURA: Eclesiástico 3, 17-24
HAZTE PEQUEÑO, Y ALCANZARAS EL FAVOR DE DIOS
El que obra con humildad alcanza el favor Dios y Él le revela sus secretos, para que siga sus caminos y no las locas fantasías del mundo que extravían la vida
SALMO: 15, 1-2a y 5.7-8.11
Respondemos:
"El Señor es el lote de mi heredad"
SEGUNDA LECTURA: Filipenses 3, 8-14
CORRO HACIA LA META, PARA GANAR EL PREMIO
El discípulo de Cristo, esta siempre dispuesto a renunciar a todo con tal de mantener su vida unida a Cristo. Lo más importante es conocerlo, amarlo y servirlo.
EVANGELIO: Mateo 13, 31-35
EL GRANO DE MOSTAZA SE HACE UN ARBUSTO Y ACOGE LOS NIDOS DE LOS PAJAROS

Las obras de Dios, nunca se hacen en forma espectacular, sino que adquieren un proceso humilde, escondido, y alcanzan a dar seguridad en la vida de los que aceptan la Palabra de Dios.
PRODUCIR FRUTOS PARA EL CIELO
Cada día nos esforzamos en nuestro trabajo. Pero ¿para qué? Para obtener resultados que sirven solamente para esta vida. En cambio podríamos hacer que esos mismos trabajos también produzcan frutos para nuestra eternidad. Acaso los santos no trabajaban. Santa Rosa cocía y atendía enfermos. San Martín de Porres atendía a la portería de su convento y ayudaba a los pobres... Y con su trabajo se ganaron el Cielo, porque hacían el bien acá y a la vez fructificaban para Dios, porque todo se lo ofrecía a Él. ¡Cuánto trabajan muchos pero si no están en gracia de Dios, todo se pierde! A muchos en su vida los domina la envidia, el descontento, se sienten vacíos, y hacen todo con desgano porque no están en gracia de Dios, y así no dan frutos en sus penas. ¿Cómo nos va a servir el trabajo para dar frutos para la eternidad, cuando somos rebeldes ante Dios? Hagamos lo que nos aconseja San Pablo: "Sea que comáis, sea que bebáis, ofrecedlo todo a Dios," y sentiréis como cambiará vuestra vida.
DON BOSCO Y LA FORMACION EN LA HUMILDAD
A firma San Bernardo que cuando predicaba o escribía sentía a veces brotar de la naturaleza soberbia un sentimiento de complacencia que reprimía con esta razón muy útil y oportuna: No comencé por ti y no termino por ti. O sea, rectificaba al punto la intención de hacerlo todo por Dios, a fin de que la vanagloria no hiciera vano su trabajo, y no lo indujera tampoco a la pusilanimidad de abstenerse de realizar el bien por el temor de ensoberbecerse.

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