Lima, 25-10-2009 / Año 105 - Nº 5480

DOMINGO XXX DEL TIEMPO ORDINARIO
La experiencia cotidiana lo enseña: actuamos a menudo como ciegos frente a cosas importantísimas de la vida. Nos damos cuenta que frecuentemente pasamos al lado de la verdadera felicidad. Hoy dejemos que penetre en nosotros la luz de Cristo y formemos una comunidad de fe que nos ayudará a vivir mejor.
PRIMERA LECTURA: Jeremías 31, 7-9
GUIARE ENTRE CONSUELOS A LOS CIEGOS Y COJOS

El Profeta Jeremías evoca con emoción el regreso de los exiliados, porque Dios es un Padre para su pueblo.
SALMO: 125, 1-5ab.2cd-3.4-5.6
Respondemos: "El Señor ha estado grande con nosotros, y estamos alegre"
SEGUNDA LECTURA: Hebreos 5, 1-6
TU ERES SACERDOTE ETERNO, SEGUN EL RITO DE MELQUISEDEC
Para hablar de Cristo-Sacerdote, el autor de la Carta a los Hebreos utiliza una comparación: el sumo sacerdote de entonces es escogido entre los hombres para poder comprenderlos. Así Cristo, enviado por Dios ha venido a compartir nuestra humanidad con sus miserias.
EVANGELIO: Marcos 10, 46-52
MAESTRO, HAZ QUE PUEDA VER
La curación de un ciego es, de parte de Cristo, acto de caridad, pero sobre todo símbolo de una curación más maravillosa: la iluminación del corazón que permite entender que la salvación sólo viene de Jesús. Felices los corazones limpios: verán a Dios.
LAS OBRAS DEL HOMBRE DAN GLORIA A DIOS
Todo lo que hace el hombre con las manos que Dios le ha dado, que alabe al Señor. Automóviles y camiones, trenes y aviones, alaben al Señor. Ascensores y escaleras, alaben al Señor. Todo lo que sirve para transportarse, eleve en el tiempo su alabanza al Señor. Radios y equipos de sonido alaben al Señor. Música, melodías, armonías, eleven su canto de alabanza al Señor. Audífonos para duros de oído, alaben al Señor. Computadoras, videos, alaben al Señor. Todos los programas que ayudan al hombre en sus tareas, alaben al Señor. Lápices, plumones y bolígrafos, escriban y remarquen las alabanzas al Señor. Todas las tintas con sus colores que alegran la vista, alaben al Señor. Inteligencias que producen inventos, alaben los dones del Señor su Creador. Todo lo que el hombre fabrica para llegar en su carrera, a la casa del Padre, alabe al Señor. Cada vez que usas algo que te facilita el cumplimiento de tu trabajo, alaba al Señor, que ha creado al hombre y le ha dado la facultad de dominar las cosas. Sea alabado y eternamente agradecido el Señor, que en su bondad nos llena de regalos y de maravillas. Gloria a Dios. Alabemos a Dios. Santo, santo, santo es el Señor.
DON BOSCO Y LA FORMACION EN LA HUMILDAD
San Francisco de Sales, con eficaz donaire, compara a los que se alaban a sí mismos con las gallinas: apenas ponen el huevo cantan, y el ama de casa se los lleva; del mismo modo la alabanza hace perder el mérito del bien realizado. Aún debiendo hacer propaganda de sus iniciativas en bien de los jóvenes y para gloria de Dios a fin de lograr los necesarios auxilios, Don Bosco estaba tan desapegado de sí mismo que dejaba en todos la clara impresión de que buscaba sólo a Dios y no su propia fama.

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