Lima, 06-12-2009 / Año 105 - Nº 5486

SEGUNDO DOMINGO DE ADVIENTO
La Iglesia nos invita hoy a continuar nuestra preparación para la venida del Señor. En la vida diaria encontramos obstáculos que nos impiden caminar hacia el Padre. San Juan Bautista nos invita a la conversión para recibir la salvación que nos trae el Señor Jesús.
PRIMERA LECTURA: Baruc 5, 1-9
DIOS MOSTRARA TU ESPLENDOR
Israel ha sido deportado a Babilonia y allí el pueblo se consume en la aflicción del destierro. Es entonces cuando el Profeta Baruc clama a los desterrados para darles esperanza y ánimo con las promesas mesiánicas.
SALMO 125, 1-2ab. 2cd-3.4-5.6
Respondemos: “El Señor ha estado grande con nosotros, y estamos alegres”
SEGUNDA LECTURA: Filipenses 4-6.8-11
LLEGARAN AL DIA DE CRISTO LIMPIOS E IRREPROCHABLES

Como los cautivos en la primera lectura, somos peregrinos caminando hacia Dios, San Pablo nos exhorta a crecer en amor fraterno a fin de que estemos más preparados para la venida de Cristo.
EVANGELIO: Lucas 3, 1-6
TODOS VERAN LA SALVACION DE DIOS
Juan el Bautista, proclama el arrepentimiento del pecado como preparación para la venida de Cristo. Que este mensaje no quede en el desierto sino que produzca la conversión en nuestro corazón para que nos llegue así la salvación de Dios.
SEGUNDO DOMINGO DE ADVIENTO
Inicio:
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo
Invitación: Recordemos que hemos iniciado el tiempo de Adviento, un tiempo de esperanza. Debemos preparar el camino del Señor. Preguntémonos: ¿qué puedo hacer para estar más cerca del Señor? ¿Cómo disponerme a la venida del Señor?
Oración (todos juntos): Ahora encendemos dos velas de la corona de Adviento (breve silencio) expresando el camino que estamos haciendo hacia Ti, Jesús; deseamos que vengas a nosotros y seas luz para todos. Dios, Padre misericordioso, ayúdanos a que aprendamos a aceptar tu voluntad, a darnos cuenta de que todo lo que viene de ti es bueno para nosotros y para nuestra salvación. Cuando creamos que hemos encontrado la salida a nuestros desalientos, sepamos confiar en Tí. Te lo pedimos por Jesucristo nuestro Señor.
Todos: Padre nuestro...; Ave María...; Gloria...
DON BOSCO Y LA FORMACION EN LA CASTIDAD
Los medios que aseguran la castidad son: luminosas convicciones; voluntad fuerte y operativa. Veamos las luminosas convicciones: ¿Estoy convencido de mi dignidad de cristiano? Debo poder mirar siempre con la frente alta a cualquier persona, y tener siempre el consuelo de decir: A pesar de mis miserias, de otra suerte, nadie podrá jamás echarme fango al rostro. Don Bosco advierte que “Ias palabras, las miradas, aun indiferentes, son a veces maliciosamente interpretadas por los jóvenes que ya han sido víctimas de las humanas pasiones".

No hay comentarios: