Fundado: 24-04-1904 Lima, 06-12-2009 / Año 105 - Nº 5486 - 4000 ejemplares

¡ A CONVERTIRNOS !
Lucas 3, 1-6
§
El ser humano está siempre esperando el cumplimiento de promesas qué vienen a ser objetivos en su vida de cada día; definitivo que lo lleve al final de todo haciendo cualquier sacrificio. Es la forma de penitencia que nos purifica y nos llena de esperanza.
§ Para ello tenemos que ir transformándonos, dejando ciertas formas de vivir que nos alejan de ese futuro de felicidad. Es lo que anunciaba Juan Bautista que fue por toda la región del Jordán proclamando el bautismo de conversión para perdón de los pecados. Es la forma de penitencia que hace que Dios nos mire con benevolencia y nos llene con el don de la Fe. Es el único modo de superar las limitaciones de nuestra humana naturaleza.
§ Tenemos dos tipos de limitaciones: 1.- Las que están en nuestro interior, en el secreto de nuestra intimidad; esos vicios que conocemos muy bien; esas colinas que hay que allanar para hacer el camino hacia Él. 2.- Las que encontramos fuera de nosotros: los respetos humanos, barreras sociales, económicas, políticas, ciertas afirmaciones "científicas" atrayentes, desviaciones de las costumbres, etc.
§ La carta de San Pablo, que hemos leído, nos revela verdades con las que ganaremos la capacidad de un discernimiento justo, frente a lo humano; poder recibir el mensaje en toda su luminosa plenitud. Así solamente podremos crecer en la verdadera sabiduría y ciencia, que es el crecimiento en la caridad, amor de Dios y obediencia a su Santísima Voluntad.

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