Lima, 20-12-2009 / Año 105 - Nº 5488

CUARTO DOMINGO DE ADVIENTO
La Palabra del Señor hoy, es una enseñanza sobre los hechos que iniciaron nuestra salvación. Miqueas anuncia el nacimiento del Mesías Salvador. La visitación de la Santísima Virgen María a su prima Isabel muestra a Cristo ya presente en el mundo.
PRIMERA LECTURA: Miqueas 5, 1-4a
DE TI SALDRA EL JEFE DE ISRAEL

Miqueas nos anuncia que con el nacimiento del Mesías, vendrá la gran paz mundial. Este Mesías es el Salvador del mundo que nace de una mujer sencilla y pobre en una ciudad pequeña.
SALMO: 79, 2ac y 3b.15-16.18-19
Respondemos: "Oh Dios, restáuranos; que brille tu rostro y nos salve"
SEGUNDA LECTURA: Hebreos 10, 5-10
AQUI ESTOY PARA HACER TU VOLUNTAD

La carta a los Hebreos nos define el sentido de la venida del Mesías anunciado: "HEME AQUí, oh Dios, para hacer tu voluntad”. Cristo cumplió siempre la voluntad del Padre y ese fue el tema de su oración en el Huerto, antes de morir.
EVANGELIO: Lucas 1, 39-45
¿QUIEN SOY YO PARA QUE ME VISITE LA MADRE DE MI SEÑOR?
Lucas nos describe el encuentro de dos grandes mujeres, Isabel y María. Es la escena de la Visitación. La presencia de María nos dice que la promesa del Mesías está cumplida. Ella, por su fe, es alabada por Isabel.
CORONA DE ADVIENTO
Inicio:
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Invitación: Llegamos al final del Adviento, en nuestro calendario, pero la actitud de espera en la segunda venida de Jesús no desaparece, el proceso de nuestra vida tiende a ese encuentro definitivo con Cristo. Dejemos que nuestra esperanza trascienda el tiempo y se mantenga en tensión hacia la última venida de Cristo. Ahora encenderemos los cuatro cirios de la Corona de Adviento (breve silencio).
Todos: Dios, Padre bondadoso, gracias por darnos a María como modelo de fe, que confía plenamente en tu Palabra, se hace obediente a ella para acogerla en su vida. Que como Ella nos dejemos conducir por el Espíritu, para llevar a Cristo a los demás: que seamos portadores del gozo de Dios. Por Jesucristo nuestro Señor.
Todos: Padre nuestro...; Dios te salve María...; Gloria...
DON BOSCO Y LA FORMACION EN LA CASTIDAD
La castidad es castidad de: obras, pensamientos y deseos. Se trata no sólo de no romper el cristal, sino ni de empañarlo siguiera. Para esa castidad Jesús dice: "sin mi nada puedes hacer". El no advertir esta realidad explica tantas desilusiones, tantos tormentos y tantas caídas. Alimentar el corazón con la Comunión, pero llena de fe viva y activa. Confesión semanal, pero vivificada por la fe en la Sangre de Jesús que purifica y fortalece. Oración, sentida y cordial, verdadera unión con Dios. Amor a la Virgen Inmaculada Auxilio de los cristianos; patrona titular de la pureza. Es madre, y junto a la madre ¿quién no es puro?

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