DIOS PERDONA
Juan 8, 1-1
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§ Dios busca siempre al pecador. No quiere juzgarlo, sino perdonarlo. Su camino es la misericordia. La ley sola, mata, pero cuando va unida al arrepentimiento y al cambio de vida se gana la misericordia y el perdón. Dios soportó a su pueblo, perdonándole sus desobediencias y siempre lo perdonó llevándolo a la tierra prometida, pero siempre exigiendo una reparación.
§ ¿Hasta cuánto tolerar, se pregunta uno? El Señor le dijo a Pedro: "hasta setenta veces siete" esto es: siempre. Pero el Señor pide nuestra respuesta. Los fariseos tienen celos de los éxitos de Jesús. Buscan cómo comprometerlo le llevan una mujer sorprendida en adulterio. Según la ley, debe morir apedreada. Es una trampa bien armada. Los fariseos piensan que Jesús debe respetar la Ley. Pero el Señor toma una solución inesperada, pone a cada uno ante su propia conciencia: “Aquél de vosotros que esté sin pecado, que le arroje la primera piedra”. Y todos desaparecen. Jesús dice a la mujer: "¿nadie te ha condenado? Tampoco yo. En adelante no peques más"
§ El Señor dice por Isaías: “Pongo en el desierto un camino. ¿No lo reconocéis? San Pablo nos recuerda que “la justicia viene por la fe en Cristo, Dios". El camino es la misericordia. Es la nueva alianza. Es la ley de vida. Como Pablo: "olvido lo que dejo atrás y me lanzo a lo que está por delante, corriendo hacia la meta”. Es un nuevo camino de liberación. Jesús salva a la mujer, pero señala el arrepentimiento, la reparación a la ofensa hecha a Dios.
Juan 8, 1-1
1§ Dios busca siempre al pecador. No quiere juzgarlo, sino perdonarlo. Su camino es la misericordia. La ley sola, mata, pero cuando va unida al arrepentimiento y al cambio de vida se gana la misericordia y el perdón. Dios soportó a su pueblo, perdonándole sus desobediencias y siempre lo perdonó llevándolo a la tierra prometida, pero siempre exigiendo una reparación.
§ ¿Hasta cuánto tolerar, se pregunta uno? El Señor le dijo a Pedro: "hasta setenta veces siete" esto es: siempre. Pero el Señor pide nuestra respuesta. Los fariseos tienen celos de los éxitos de Jesús. Buscan cómo comprometerlo le llevan una mujer sorprendida en adulterio. Según la ley, debe morir apedreada. Es una trampa bien armada. Los fariseos piensan que Jesús debe respetar la Ley. Pero el Señor toma una solución inesperada, pone a cada uno ante su propia conciencia: “Aquél de vosotros que esté sin pecado, que le arroje la primera piedra”. Y todos desaparecen. Jesús dice a la mujer: "¿nadie te ha condenado? Tampoco yo. En adelante no peques más"
§ El Señor dice por Isaías: “Pongo en el desierto un camino. ¿No lo reconocéis? San Pablo nos recuerda que “la justicia viene por la fe en Cristo, Dios". El camino es la misericordia. Es la nueva alianza. Es la ley de vida. Como Pablo: "olvido lo que dejo atrás y me lanzo a lo que está por delante, corriendo hacia la meta”. Es un nuevo camino de liberación. Jesús salva a la mujer, pero señala el arrepentimiento, la reparación a la ofensa hecha a Dios.
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