Lima, 21-03-2010 / Año 106 - Nº 5501

V DOMINGO DE CUARESMA
Hoy, es el último domingo de Cuaresma, el próximo domingo de Ramos iniciamos la Semana Santa. En el Evangelio de este domingo Jesús nos dice: "Anda, y en adelante no peques más". El mensaje de las otras lecturas nos indica que Dios es amor; que Dios es misericordioso; que Dios cuida a su pueblo. Necesitamos conocer mejor a Dios. Procuremos celebrar consciente y activamente nuestra Eucaristía para acercarnos más a Dios.
PRIMERA LECTURA: Isaías 43, 16-21
MIREN QUE REALIZO ALGO NUEVO

En este pasaje bíblico, Dios habla al pueblo que sufre su cautiverio en Babilonia. Dios promete sacarlo de esa situación. Por eso le recuerda los prodigios que Dios realizara en Egipto para sacar al pueblo de Israel de la esclavitud.
SALMO 125,1-2ab.2cd-3.4-5.6
Respondemos: "El Señor ha estado grande con nosotros, y estamos alegres"
SEGUNDA LECTURA: Filipenses 3, 8-14
POR CRISTO LO PERDI TODO, MUERIENDO SU MISMA MUERTE
En su carta a los Filipenses, san Pablo subraya dos aspectos en la nueva vida del cristiano: 1) "El conocimiento de Cristo Jesús mi Señor". Conocer a Cristo es adherirse a Él, tomarlo como pauta, guía y camino de vida; 2) el sentido dinámico de la vida cristiana.
EVANGELIO: Juan 8, 1-11
EL QUE ESTE SIN PECADO, QUE LE TIRE LA PRIMERA PIEDRA

El evangelio nos presenta el encuentro de Jesús con la mujer adúltera. Ella aparece como culpable. La enseñanza de esta lectura no es tanto el juicio y ni la justicia de Dios. Aquí se manifiesta mejor la bondad, la misericordia y el perdón de Dios.
SANTIFICADO SEA TU NOMBRE
Que todas las criaturas canten tus alabanzas Señor. Tu nombre es: el que es, el Señor, el único, el santo. El Señor es santo y su nombre en nuestros labios es pronunciado con amoroso temor y temblor Tenemos que santificar en nosotros ese nombre: sed santos como vuestro Padre celestial es santo; todos los santos dicen continuamente: Santo, Santo, Santo es el Señor. Los cielos y la tierra están llenos de tu gloria. Los ángeles en el cielo, los hombres en la tierra y todos las criaturas tienen que aclamar a toda voz que Él es Santo. Cuanto más santos somos, más vamos santificando en nosotros ese nombre que por sí mismo es infinitamente santo. Santificado sea; esto es: ¿qué tanto eres santo para poder pronunciar ese nombre menos indignamente? Santifícate para que de ti salga una voz agradable al Señor; El te dará lo que necesitas para que tu voz le sea grata; basta que tú no te resistas, basta que aceptes sus proyectos; y El actuará y tu voz proclamará sus maravillas y bastará pronunciar su nombre, y cuando sencillamente le digas Padre, esa palabra le llegará llena de Él mismo y será santa, nombre santo, santificado. Que Jesús, que nos enseñó a llamarlo Padre, nos obtenga la gracia de que se realice en nosotros aquello de “santificado sea tu nombre"
DON BOSCO Y LA VIDA INTERIOR
El hombre está tan inclinado a la exterioridad que fácilmente se deja engañar por falsos pretextos que inducen a descuidar la vida interior "tengo tanto trabajo que no me es posible tener un momento de interioridad para atender a Dios"

No hay comentarios: