LA PESCA MILAGROSA
Juan 21, 1 - 19
§ San Juan nos hace ver la majestad de Jesucristo, en una extraordinaria visión de miríadas de ángeles que, "alrededor del trono", alababan al Cordero, Cristo resucitado que es dueño Rey y Señor de toda la creación. Juan presenta una imagen de la Iglesia haciendo ver la intimidad de los Apóstoles con su Señor, para infundirles confianza antes de ascender donde el Padre.
§ Por tercera vez se les aparece el Señor "a orillas del mar de Tiberiades," cuando los Apóstoles, volvían, sin haber pescado nada. Pero el Señor les hace echar la red y resulta una pesca abundante. El Señor les hace palpar la realidad de su presencia y poder, y nadie se "atrevía a preguntarle: ¿quién eres tú?"
§ El Señor aprovecha la ocasión para remediar las negaciones de Pedro. Mintió diciendo que no lo conocía y a Dios no se le puede engañar, sostiene con Pedro un intercambio. Jesús le pregunta por tres veces: ¿...Me amas? Como para reparar las tres negaciones. Y si a cada uno de nosotros Cristo nos preguntara: ¿me amas? ¿Qué le responderíamos, ¡con la verdad!? Este tiempo de Pascua tenemos que recordarlo para toda nuestra vida. Nuestro testimonio llevará a los hermanos al alimento que la Iglesia nos da en la Eucaristía. El Señor confía el rebaño a Pedro y esto implica, obediencia total a Jesús y olvido total de sí mismo. Todo fiel seguidor de Cristo debe alimentar al rebaño del Señor. ¿Dar testimonio de fidelidad, incluso al costo de la vida?
Juan 21, 1 - 19
§ San Juan nos hace ver la majestad de Jesucristo, en una extraordinaria visión de miríadas de ángeles que, "alrededor del trono", alababan al Cordero, Cristo resucitado que es dueño Rey y Señor de toda la creación. Juan presenta una imagen de la Iglesia haciendo ver la intimidad de los Apóstoles con su Señor, para infundirles confianza antes de ascender donde el Padre.
§ Por tercera vez se les aparece el Señor "a orillas del mar de Tiberiades," cuando los Apóstoles, volvían, sin haber pescado nada. Pero el Señor les hace echar la red y resulta una pesca abundante. El Señor les hace palpar la realidad de su presencia y poder, y nadie se "atrevía a preguntarle: ¿quién eres tú?"
§ El Señor aprovecha la ocasión para remediar las negaciones de Pedro. Mintió diciendo que no lo conocía y a Dios no se le puede engañar, sostiene con Pedro un intercambio. Jesús le pregunta por tres veces: ¿...Me amas? Como para reparar las tres negaciones. Y si a cada uno de nosotros Cristo nos preguntara: ¿me amas? ¿Qué le responderíamos, ¡con la verdad!? Este tiempo de Pascua tenemos que recordarlo para toda nuestra vida. Nuestro testimonio llevará a los hermanos al alimento que la Iglesia nos da en la Eucaristía. El Señor confía el rebaño a Pedro y esto implica, obediencia total a Jesús y olvido total de sí mismo. Todo fiel seguidor de Cristo debe alimentar al rebaño del Señor. ¿Dar testimonio de fidelidad, incluso al costo de la vida?
No hay comentarios:
Publicar un comentario