Fundado: 24-04-1904 Lima, 25-07-2010 / Año 106 - Nº 5520 - 4000 ejemplares

PODER DE LA ORACION
Lucas 11, 1-13
§
El Padre nuestro y la oración de intercesión, de la que nos habla el evangelio, nos invitan a dirigir la mente y el corazón a Dios y a los hombres y mujeres amigos suyos y nuestros. El amigo que va a casa es un amigo a interceder a media noche a favor de otro amigo representa "una gran nube" de intercesores: entre éstos sobresalen: Abrahán, Moisés y Samuel; Jeremías y, sobre todo, Jesús, que "está siempre para interceder a favor nuestro"
§ La oración de intercesión es un excelente modo de hacerse prójimo. Los santos, al ejercer esta caridad, "no cesan de interceder por nosotros ante el Padre". La Santísima Virgen, en particular, continúa en el cielo la función que ejerció en Caná, donde "movida a compasión obtuvo con su intercesión" que su Hijo viniera en ayuda de los esposos: "No les queda vino".
§ El fundamento de la intercesión es la amistad con Dios, considerado como Alguien que está siempre dispuesto a escucharnos: el Padre que, además de las "cosas buenas", nos quiere ofrecer el don por excelencia del Espíritu Santo, el amigo que no despide con las manos vacías al amigo inoportuno, "el juez de toda la tierra" que perdona los pecados sin poner límites a la misericordia.

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