Lima, 25-07-2010 / Año 106 - Nº 5520

DOMINGO XVII DEL TIEMPO ORDINARIO
Hermanos en este domingo, la Palabra de Dios nos invita a reflexionar sobre la oración y, también a rezar. Cristo nos enseñó a orar a Dios como Padre y a perseverar en la oración. La Misa es la oración suprema porque como comunidad rezamos con Cristo la Acción de gracias al Padre.
PRIMERA LECTURA: Génesis 18, 20-32
NO SE ENOJE MI SEÑOR, SI SIGO HABLANDO

En esta primera lectura contemplamos a Abrahán, como Padre de todas las naciones, intercede ante Dios por la gente de Sodoma y Gomorra. Vemos la bondad y generosidad de Dios para la conciliación; pero también se destaca la fuerza de la intercesión humana.
SALMO 137, 1-2a.2bc-3.6-7ab.7c-8
Respondemos: "Cuando te invoqué, Señor, me escuchaste"
SEGUNDA LECTURA: Colosenses 2, 12-14
LES DIO VIDA EN CRISTO, PERDONANDOLES TODOS LOS PECADOS

En su carta a los Colosenses, san Pablo habla que por nuestro bautismo fuimos sepultados y resucitados con Él. La Cruz de Jesús fue la oración que nos salvó de todos los males, también de los pecados. Si estamos identificados con Cristo, podemos pedir y rezar al Padre en su nombre.
EVANGELIO: Lucas 11, 1-13
PIDAN Y SE LES DARA
San Lucas nos da una verdadera catequesis sobre la confianza en la oración. Primero, Cristo nos enseñó el Padre nuestro. Después, Él insistió en la perseverancia en la oración, pero, sobre todo, tenemos que creer en la intercesión de Cristo por nosotros. Cristo es el autor de todos los bienes que nos llegan.
TU ERES “URGENTE”
Nunca se escuchó hablar tanto de estrés y la depresión como en estos tiempos. Una de las principales causas de estos males es la urgencia para todo. ¡Todo es urgente! Ahora, si existe algo o alguien "urgente", ese alguien eres tú. ¡Eres "urgente" y estás por encima de todas las otras urgencias! ¡Tú no eres una máquina, eres persona! La carrera desenfrenada de la modernidad que ignora al ser humano, hace que perdamos el contacto con nosotros, distanciándonos de los valores esenciales de la vida y del principal y absoluto valor, que es Dios. Surgen, entonces, los problemas existenciales, la pérdida del sentido y del placer de vivir, pues rompemos con las principales referencias de la existencia humana. Reservar un poco más de tiempo para ti mismo es un excelente camino para vivir bien, sin estrés y sin depresión.
DON BOSCO Y LA FORMACION DEL LAICO CONSAGRADO (EL SALESIANO COADJUTOR)
El Salesiano Coadjutor no es un extraño, sino un hijo y un hermano en la familia de Don Bosco. "Tengo mucha necesidad -afirma Don Bosco- de disponer de muchos que vengan a ayudarme". El Salesiano Coadjutor es parte viva de la familia; hermanado con los sacerdotes y con los clérigos, tiene la misma Misión a favor de los jóvenes, goza del mismo trato, se siente en la misma mesa. No está sobre los otros hermanos, pero como todos los demás hermanos sacerdotes y clérigos, es hijo de la misma familia, en la cual los Superiores ejercen la paternidad de Don Bosco.

No hay comentarios: