Lima, 28-11-2010 / Año 106 - Nº 5538

PRIMER DOMINGO DE ADVIENTO
Hoy, primer domingo de Adviento, empieza la Iglesia un nuevo año litúrgico. Con la primera venida de Cristo, su muerte y resurrección, y por medio de nuestro bautismo, hemos entrado en la etapa final de nuestro caminar hacia Dios, etapa que no se consumará hasta la venida final de Cristo. Su venida en gloria nos sorprenderá a todos, por eso, debemos estar siempre listos para cuando Él venga. Estemos atentos a Dios quien viene ahora a nosotros, a través de su Palabra y Eucaristía, con el fin de prepararnos para la segunda venida de Jesús.
PRIMERA LECTURA: Isaías 2, 1-5
EL SEÑOR REUNE A TODAS LAS NACIONES EN LA PAZ ETERNA DEL REINO DE DIOS

La primera lectura está tomada del profeta Isaías. Isaías ve que todos los pueblos vendrán a Sión, que simboliza la Iglesia actual, para que escuchen la enseñanza del Señor y obedezcan su Palabra. Si caminamos a la luz del Señor, nos realizaremos como fruto del Señor y habrá paz universal.
SALMO 121; 1-2.4-5.6-7.8-9
Respondemos: "Vamos alegres ala casa del Señor"
SEGUNDA LECTURA: Romanos 13, 11-14a
NUESTRA SALVACION ESTA CERCA
Nosotros los cristianos vivimos una vida de tensiones; vivimos en la presente vida de pecado y oscuridad y también en la nueva época de gracia y luz. San Pablo nos exhorta a despertar del sueño porque nuestra salvación está más cerca que cuando empezamos a creer.
EVANGELIO: Mateo 24, 37-44
ESTEN VIGILANTES PARA ESTAR PREPARADOS
El Evangelio está tomado del discurso de Jesús sobre el, fin de los tiempos en san Mateo. El momento del juicio final es desconocido. El final vendrá súbitamente como vino el diluvio en tiempos de Noé. Cristo nos advierte que debemos estar preparados para su llegada en todo momento.
PRIMER DOMINGO DE ADVIENTO
Inicio: En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo
Bendición: Señor Dios, bendice con tu poder nuestra corona de adviento para que, al encenderla, despierte en nosotros el deseo de esperar la venida de Cristo practicando las buenas obras, y para que así, cuando Él llegue, seamos admitidos al Reino de los Cielos. Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor
Todos: Amén.
La bendición de Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo descienda sobre esta Corona y sobre todos los que con ella queremos preparar la venida de Jesús.
Todos: Encendemos, Señor, esta luz, como aquel que enciende su lámpara para salir, en la noche, al encuentro del amigo que ya viene. En esta primer semana de Adviento queremos levantarnos para esperarte preparados, para recibirte con alegría. Muchas sombras nos envuelven. Muchos halagos nos adormecen. Queremos estar despiertos y vigilantes, porque tú traes la luz más clara, la paz más profunda y la alegría más verdadera. ¡Ven, Señor Jesús! ¡Ven, Señor Jesús!
Sacerdote: Unidos en una sola voz digamos: Padre Nuestro...
CONCLUSION
Sacerdote:
Ven, Señor, haz resplandecer tu rostro sobre nosotros.
Todos: Y seremos salvos. Amén.
DON BOSCO Y LAS VOCACIONES
Es Dios el que llama, al sacerdocio y a la vida religiosa. Pero Dios quiere que el don precioso de la vocación sea favorecido y cuidado por los superiores y por los educadores. La vocación es una semilla divina que Dios arroja en el buen terreno del alma del joven. Pero son también necesarios los cuidados solícitos del agricultor sagaz y diligente, a fin de que esta semilla se desarrolle y llegue a madurez, dando frutos copiosos y perseverantes.

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