Lima, 31-10-2010 / Año 106 - Nº 5534

CUIDADO DE LOS ANCIANOS POR GRATITUD
Benedicto XVI
Puesto que los avances médicos y otros factores permiten una mayor longevidad, es importante reconocer la presencia de un número creciente de ancianos como una bendición para la sociedad. Cada generación puede aprender de la experiencia y la sabiduría de la generación que la precedió. En efecto, prestar asistencia a los ancianos se debería considerar no tanto un acto de generosidad, cuanto la satisfacción de una deuda de gratitud. Por su parte, la Iglesia siempre ha tenido un gran respeto por los ancianos. El cuarto mandamiento: "Honra a tu padre y a tu madre, como el señor tu Dios te ha mandado" (Dt 5, 16), está unido a la promesa, "para que se prolonguen tus días y seas feliz en la tierra que el señor tu Dios te da" (idem). Esta obra de la Iglesia por los ancianos y enfermos no sólo les brinda amor y cuidado, sino que además Dios la recompensa con las bendiciones que promete a la tierra donde se cumple este mandamiento. Dios quiere un verdadero respeto por la dignidad y el valor, la salud y el bienestar de las personas mayores y, a través de sus instituciones caritativas, la Iglesia desea cumplir el mandato del Señor de respetar la vida, independientemente de su edad o circunstancia. Como dije al inicio de mi pontificado: "Cada uno de nosotros es querido, cada uno es amado, cada uno es necesario". La vida es un don único, en todas sus etapas, desde la concepción hasta la muerte natural, y únicamente a Dios corresponde darla y quitarla.
NO TE DEJES VENCER
La más dolorosa de todas las nostalgias, la que más maltrata, es la nostalgia que se siente de alguien que está tan cerca... y tan distante. Es muy común, en las relaciones humanas, esta modalidad de sentimiento. Es una historia de amistad que, contra tu voluntad, de a pocos se desvanece... Es un caso de amor desencontrado y mal solucionado, en el cual acabas sintiendo nostalgia de alguien que ni siquiera se acuerda de que tú existes. ¡Y así en adelante! Si has experimentado alguna cruel nostalgia, no te dejes vencer por el dolor. Sigue de frente tu vida, buscando el lado bueno de todo lo que te pasa... No hay dolor que el tiempo no cure. No hay nostalgia que el tiempo no suavice. Tu vida está en las manos de Dios. Ningún tormento puede alcanzarte. (cfr. Sb 3,1)
CONSEJOS DEL ABUELO
Abuelo, ¿qué podría hacer para lograr ser útil en ésta sociedad? Pregunto el jóven. "Debes imponerte a ti mismo", le dijo el abuelo. "el deber moral de acometer alguna buena acción diariamente, para hacer de éste mundo el mejor de los mundos posibles. Porque las buenas acciones y los actos de amor y solidaridad, por minúsculos que éstas parezcan, no pasan desapercibidos en el cosmos; ya que conforman el universo entero, y todas aquellas en conjunto salvan a la humanidad y a su espacio de la ruina".

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