CAMBIEN SU VIDA
Mateo 3, 1-12
§ Escuchemos a San Pablo quien nos recuerda: "Pues todo está escrito, para nuestra enseñanza" San Juan Bautista nos recuerda a Isaías y el juicio de Dios: "Todo árbol que no dé buen fruto será cortado" y muchos fariseos, soldados, y otros van a él. Quieren librarse de lo terrible que se viene. Hay que purificarse y transformarse, con la sabiduría y la fuerza del Espíritu Santo. Isaías nos habla de los dones del Espíritu Santo. Dones que debemos acoger como viento favorable y que impulsarán nuestra vida hacia la fidelidad a Cristo que quiere llevarnos a su Reino.
§ Está la Iglesia, están las Escrituras, están los predicadores con sus enseñanzas, está el Papa con los documentos que siempre nos envía, para nuestra instrucción; para que despertemos de nuestro terrible sueño. Que no sea tarde cuando despertemos. Tenemos que convencernos que no podemos borrar nuestros pecados con nuestras propias fuerzas. No seamos soberbios. Seamos humildes y recurramos a la fuente de la misericordia que es solamente en Jesucristo, camino de esperanza
§ La verdad nos dirá quién es Jesucristo. Y ella nos exige el compromiso, "nos guste o no nos guste". Dispongámonos en este tiempo a la conversión propiciando en nosotros las condiciones y disposiciones propias para llegar a este cambio interior. Consideramos dos aspectos de la obra de Cristo: su nacimiento y su venida al final de los tiempos. Quienes se dejan modelar por Él tendrán la reconciliación el perdón de Dios.
Mateo 3, 1-12
§ Escuchemos a San Pablo quien nos recuerda: "Pues todo está escrito, para nuestra enseñanza" San Juan Bautista nos recuerda a Isaías y el juicio de Dios: "Todo árbol que no dé buen fruto será cortado" y muchos fariseos, soldados, y otros van a él. Quieren librarse de lo terrible que se viene. Hay que purificarse y transformarse, con la sabiduría y la fuerza del Espíritu Santo. Isaías nos habla de los dones del Espíritu Santo. Dones que debemos acoger como viento favorable y que impulsarán nuestra vida hacia la fidelidad a Cristo que quiere llevarnos a su Reino.
§ Está la Iglesia, están las Escrituras, están los predicadores con sus enseñanzas, está el Papa con los documentos que siempre nos envía, para nuestra instrucción; para que despertemos de nuestro terrible sueño. Que no sea tarde cuando despertemos. Tenemos que convencernos que no podemos borrar nuestros pecados con nuestras propias fuerzas. No seamos soberbios. Seamos humildes y recurramos a la fuente de la misericordia que es solamente en Jesucristo, camino de esperanza
§ La verdad nos dirá quién es Jesucristo. Y ella nos exige el compromiso, "nos guste o no nos guste". Dispongámonos en este tiempo a la conversión propiciando en nosotros las condiciones y disposiciones propias para llegar a este cambio interior. Consideramos dos aspectos de la obra de Cristo: su nacimiento y su venida al final de los tiempos. Quienes se dejan modelar por Él tendrán la reconciliación el perdón de Dios.
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