ESTE ES EL CORDERO DE DIOS
Juan 1, 29-34
§ Las tres lecturas de hoy quieren mostrarnos quién es Cristo. Los tres autores coinciden de modo admirable porque Dios los inspira. Isaías lo llama "el siervo", para llevar mi salvación hasta los confines de la tierra. Juan Bautista lo llama: "Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo". Juan recibe una señal del mismo Dios: "Aquél sobre quien veas que baja el Espíritu, ese es".
§ Juan Evangelista, recalca la presencia del que es el enviado para salvar al mundo. Jesús es el que Juan Bautista señala como el Mesías, Él es el Señor: "bautiza con Espíritu Santo" y "quita el pecado del mundo". Va a regenerar al hombre en el Espíritu Santo por el agua.
§ Isaías muestra al siervo que será "luz de las naciones" que reunirá a todos los hombres, sin distinción de razas. Pedro en su carta (1ª Pe 1-9) habla de "Ia sangre preciosa, como de cordero sin tacha y sin mansilla" que será ofrecida como pago de la deuda por la desobediencia de Adán y nuestra. Ese Mesías anuncia un Reino que no es de este mundo. Nos llama a ser santos como Él es santo.
§ Pidámosle a ese Señor que crea tantas circunstancias para hacernos pensar y decidir, que nos de ese don precioso de la fe que mueve montañas y así, si nuestro corazón es como una pesada montaña difícil de mover, sea Él que con su fuerza mueva nuestra dura voluntad y la haga dócil a sus proyectos de salvación. Estamos en un mundo lleno de apariencias, que nos pueden invadir con peligrosas ilusiones de un futuro equivocado, apegado a las cosas que pasan, a las cosas engañosas. Es un mensaje que nos brinda una fuerte seguridad para nuestra fe. Cristo es el Dios que nos redime, que nos muestra el camino, la verdad, y la vida verdadera.
Juan 1, 29-34
§ Las tres lecturas de hoy quieren mostrarnos quién es Cristo. Los tres autores coinciden de modo admirable porque Dios los inspira. Isaías lo llama "el siervo", para llevar mi salvación hasta los confines de la tierra. Juan Bautista lo llama: "Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo". Juan recibe una señal del mismo Dios: "Aquél sobre quien veas que baja el Espíritu, ese es".
§ Juan Evangelista, recalca la presencia del que es el enviado para salvar al mundo. Jesús es el que Juan Bautista señala como el Mesías, Él es el Señor: "bautiza con Espíritu Santo" y "quita el pecado del mundo". Va a regenerar al hombre en el Espíritu Santo por el agua.
§ Isaías muestra al siervo que será "luz de las naciones" que reunirá a todos los hombres, sin distinción de razas. Pedro en su carta (1ª Pe 1-9) habla de "Ia sangre preciosa, como de cordero sin tacha y sin mansilla" que será ofrecida como pago de la deuda por la desobediencia de Adán y nuestra. Ese Mesías anuncia un Reino que no es de este mundo. Nos llama a ser santos como Él es santo.
§ Pidámosle a ese Señor que crea tantas circunstancias para hacernos pensar y decidir, que nos de ese don precioso de la fe que mueve montañas y así, si nuestro corazón es como una pesada montaña difícil de mover, sea Él que con su fuerza mueva nuestra dura voluntad y la haga dócil a sus proyectos de salvación. Estamos en un mundo lleno de apariencias, que nos pueden invadir con peligrosas ilusiones de un futuro equivocado, apegado a las cosas que pasan, a las cosas engañosas. Es un mensaje que nos brinda una fuerte seguridad para nuestra fe. Cristo es el Dios que nos redime, que nos muestra el camino, la verdad, y la vida verdadera.
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