Fundado: 24-04-1904 Lima, 23-01-2011 / Año 107 - Nº 5546 - 4000 ejemplares

UNA LUZ GRANDE
Mateo 4, 12-23
§
Jesús, habiendo sido bautizado por Juan Bautista inaugura su vida pública. Isaías, proféticamente exclama: "Ya no habrán tinieblas para un pueblo que andaba en angustia". (Is. 8,23), Jesús, empujado por el Espíritu va al desierto por cuarenta días y es tentado por el Demonio. Según Mateo aquí se entera Jesús que Juan ha sido encarcelado.
§ Luego abandona la región del Jordán y va hacia Galilea que está cerca de Cafarnaúm, tierra de Zabulón a quienes Isaías anunció la liberación. Y allí comienza Jesús su predicación anunciando el Reino. Es el momento del llamamiento de los primeros discípulos. Jesús comienza a predicar: "Convertíos porque el reino de los Cielos está cerca" Es lo que la gente esperaba escuchar.
§ Y Jesús comienza a formar su grupo escogido: los apóstoles. El llamado es muy simple: les manda que lo sigan, y les promete que los hará pescadores de hombres. Bordeando el lago, ve dos pescadores que echaban la red: Son Pedro y Andrés su hermano. Les dice que lo sigan, y ellos lo dejan todo y lo siguen. Más adelante sucede lo mismo con Santiago y Juan, hijos de Zebedeo. Qué autoridad emana el Señor que lo siguen sin mayores consideraciones o preocupaciones. Son los cuatro primeros; la cifra 4 en la Escritura tiene el simbolismo de un todo. Jesús quiere tomar posesión de toda la humanidad
§ Es el inicio de la formidable realidad: la Iglesia. Pero siempre hay dificultades: preferencias, luchas para imponer las propias ideas, "No hay más que un sólo Cristo crucificado por todos". No se entra al Reino con otra sabiduría distinta a la de Cristo. Terminemos con nuestros egoísmos e intereses.

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