Fundado: 24-04-1904 Lima, 30-01-2011 / Año 107 - Nº 5547 - 4000 ejemplares

EL CAMINO DE LA FELICIDAD
Mateo 5, 1-12a
§
Jesús sube a un monte y predica y nos comunica Jesús la más hermosa enseñanza. La liturgia bizantina canta las bienaventuranzas todos los domingos en los cultos.
§ Las Bienaventuranzas son las raíces del Reino. Son el programa de vida para todas las épocas. Son resonancias del Reino. Allí se nos propone la felicidad para todos. Todos buscamos la felicidad, pero ¿Dónde? ¿Está acaso en las fiestas? Pregúntale a esos jóvenes que después de una noche de baile y droga se encuentran tirados en los jardines de un parque, ¿son felices? Y los que pasan una noche de placeres "prohibidos" al final, ¿Se sienten felices?, ¿Y los drogadictos?, y los borrachos, y los infieles a su matrimonio, y los...
§ Debemos tener presente que las bienaventuranzas traen la Cruz, porque se oponen a la lógica del mundo de pecado, de odios, de egoísmos, de soberbia de vida. Cuando el Señor llamó a sus cuatro primeros Apóstoles, no les prometió nada. Pero ellos entendieron y lo siguieron sin ningún titubeo. Creyeron en Él, porque las bienaventuranzas son las resonancias del Reino, del Cielo, especialmente la que dice: "Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los Cielos", que parece contener a las demás.
§ El caso es que los placeres son ídolos que tienen ojos y no ven, tienen oídos y no oyen, hacen promesas y no traen la felicidad. O Cristo o nada. "Quien se gloría que se gloríe en Él. Allí está el Reino. Para todas las épocas. Él tiene ojos de piedad, y ve nuestras penas. Él tiene oídos y escucha nuestros clamores y promete felicidad eterna. La recompensa será grande, felicidad por siempre...

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