Lima, 02-01-2011 / Año 107 - Nº 5543

SOLEMNIDAD DE LA EPIFANIA DEL SEÑOR
Hoy celebramos la fiesta de la manifestación del Señor como Salvador de todos los hombres. Dios Padre nos reúne nuevamente para darnos una nueva esperanza, una nueva manifestación de su amor. Todos los hombres, sin distinción, estamos llamados a formar parte de esa Ciudad de Dios, a convertirnos en sus hijos, a participar de su amistad y de su vida.
PRIMERA LECTURA: Isaías 60,1-6
LA GLORIA DEL SEÑOR AMANECE SOBRE TI
El profeta Isaías proclama con entusiasmo la Buena Nueva a las gentes que andaban en la oscuridad. Una luz brilla; la gloria de Dios aparece. Cristo es esta estrella radiante de la mañana que nos guía en la vida. El vino al mundo para que lleguemos hasta El.
SALMO: 71, 1-2.7-8.10-11.12-13
Respondemos: "Se postrarán ante ti, Señor, todos los pueblos de la tierra"
SEGUNDA LECTURA: Efesios 3, 2-3a.5-6
AHORA HA SIDO REVELADO QUE TAMBIEN LOS PAGANOS SON COHEREDEROS DE LA PROMESA
San Pablo en su carta a los Efesios nos habla de la gracia que Dios nos ha dado. Por nuestro bautismo somos hijos de Dios. Nosotros sentimos alegría ya que en Cristo somos un pueblo de reyes, un pueblo de sacerdotes, un pueblo santo.
EVANGELIO: Mateo 2, 1-12
VENIMOS DE ORIENTE A ADORAR AL REY
Este relato de los Reyes Magos es bien conocido por todos nosotros. Los Magos buscaban con plena sinceridad a Cristo, para ofrecerle sus riquezas, su fe, su amor y a sí mismos. Estamos invitados a encontrar a Cristo, especialmente en este Evangelio y en la Eucaristía.
DIOS NO ES PATERNALISTA
"El Dios de Jesucristo no es paternalista. No quiere hacernos felices a pesar de nosotros mismos ni imponernos un mundo perfecto, pero que se nos haría extraño. El Dios que Jesús nos anuncia es el Padre que deja partir al hijo pródigo sin una palabra de reproche y le acoge festivamente cuando regresa. Es un Dios que manifiesta un respeto infinito hacia la libertad. Es un Dios que aparentemente se retira de su creación y renuncia a su acabamiento inmediato para permitir que se despliegue la libertad del hombre. El inacabamiento del mundo, es causa de sufrimiento pero es de ahí precisamente de donde el hombre extrae su libertad. Por otra parte, si esta construcción de la creación resulta difícil y dura, se vuelve apasionante cuando se tiene la certeza del éxito" (Jean Claude Barreau). San Gregorio Nacianceno medita: "Jesús ha querido dormir a fin de bendecir nuestro sueño; ha querido cansarse para consagrar nuestras fatigas; ha querido llorar para dar valor a...
DON BOSCO Y LAS VOCACIONES
Si ya es un gran mérito delante de Dios el salvar a un joven y conservarlo en la gracia divina, poniéndolo en la moral imposibilidad de ofender al Señor, ¡Cuánto mayor mérito hay en conservar y salvar con previsor cuidado y amable asistencia, la vocación de un joven! ¡Cuán a menudo los jóvenes se encuentran en serios peligros de perder la vocación, porque no halla el auxilio oportuno del que debe cuidar de ellos!

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