Fundado: 24-04-1904 Lima, 27-02-2011 / Año 107 - Nº 5551 - 4000 ejemplares

DIOS NO ENGRIE, HA NADIE
Mateo 6, 24-34

La infinita misericordia de Dios es uno de sus mejores atributos. Ella se expresa plenamente en la vida y misión de Jesús. Con sus actitudes y comportamiento hace presente el Reino de Dios: el amor y la solidaridad incondicional que va al encuentro del hombre, para darle vida en abundancia. Todo esto contrasta con la desconfianza, la inseguridad y los temores que tenemos ante las contrariedades.
¿Cuál es la clave para encontrar la paz y los deseos de vivir sin temores? Empecemos recordando las sentencias populares: "A Dios rogando y con el mazo dando". "Ayúdate que Yo te ayudaré"; o, "A quien madruga, Dios le ayuda". Es decir, Dios quiere que comencemos el trabajo con nuestra iniciativa y esfuerzo. Recordemos que Dios, al crearnos, nos ha capacitado para construir nuestro EDEN.
Sólo cuando ya no podamos hacer nada, entonces Él intervendrá con su Divina Providencia. Para que lo entendamos, Él se comportará usando la imagen del amor materno: ¿A qué no está dispuesta una madre para educar, corregir y ayudar a crecer a sus hijos? Lo hará siempre y cuando éstos correspondan con su esfuerzo a los esfuerzos de sus madres. Así Dios se comportará con nosotros al constatar nuestra entrega y nuestro trabajo. ¡Dios no engría ni chochea a nadie!

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