Fundado: 24-04-1904 Lima, 13-03-2011 / Año 107 - Nº 5553 - 4000 ejemplares

¡SOY HIJO DE DIOS!
Cuando tomo conciencia de la existencia de este mundo, me doy cuenta de que existo, de la existencia de mis padres, de personas, de mi casa, de mi pueblo, de mi nación, en fin, de la tierra-universo. En esto, descubro que soy inteligente (tengo capacidad de conocer). Además, descubro mi capacidad-facultad de decisión, de autodeterminación... Poseo algo especial que condimenta la vida, "mi mundo afectivo", hecho de emociones, sentimientos y pasiones. Que esta riqueza la comparto con todos mis iguales. Pero lo curioso, es que tomo conciencia de que toda esta extraordinaria existencia la tengo POR PARTICIPACION de ALGUIEN QUE la posee POR ESENCIA. Advierto de mi creaturalidad, de mi dependencia, COMO EFECTO DE UNA GRAN CAUSA. Y lo REAL es que, por mi inteligencia, NO LA PUEDO NEGAR.
De este conocimiento, aparecen en mí cuatro dimensiones que me definen:
1) Por mi inteligencia, poseo la Dimensión Religiosa: mi capacidad de abrirme hacia esta Primera Causa, aceptado mi dependencia existencial, creatural y filial de esta Suprema Causa. A ESTA CAUSA, la humanidad, en su devenir y su desarrollo, la ha llamado Causa Suprema, Motor Inmóvil, Idea Eterna, Dios, etc...
2) Por mi capacidad volitiva y de libertad, descubro mi Dimensión Personal: seré persona en la medida de mi auténtica autonomía.
3) Por mi capacidad emotivo-afectiva, especialmente por el Amor, descubro mi Dimensión Social. Todo en mi dice apertura hacia el otro para formar un nosotros, es decir, creador de la familia-sociedad.
4) Por estar en esta tierra-mundo, descubro mi Dimensión Cósmica. Estoy aquí y ahora, en esta tierra para vivir, trasformarla y sacar el sustento de ella con esa sublime capacidad del TRABAJO HUMANO.
Esta realidad me ha narrado hoy, en su género religioso-simbólico, el libro del Génesis. ¿Qué te parece?

No hay comentarios: