Jesús ha ido manifestando paulatinamente su Revelación a su gente.
La primera vez lo hizo al llamar a sus primeros discípulos: "En verdad, en verdad les digo: verán el Cielo abierto y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre" (Jn 1, 51).
La segunda, fue en las Bodas de Caná: "Así, en Caná de Galilea, dio Jesús comienzo a sus señales. Y manifestó su gloria, y creyeron en Él sus discípulos" (Jn 2, 11).
La tercera ocasión se dio en su encuentro con Nicodemo: "Es necesario nacer del Agua y del Espíritu para entraren el Reino de Dios" (Jn 3, 5).
Y la cuarta oportunidad se da en su conversación con la Samaritana, perteneciente al pueblo, separado del reino de Judá. Se revela a una pecadorcita de GRUESO CALIBRE: había tenido nada menos que seis mariditos. Pero, al ver su fe en el futuro Mesías, su honestidad y su capacidad de conversión, Jesús le reveló lo que Él era en esencia: " LA VERDADERA AGUA DE VIDA ETERNA". QUIEN LA TOMA, NACE AL REINO DE DIOS. Ante esta iluminación... ¿Quién es Jesús para mí? Jesús ¿cuenta algo en mi vida? ¿Jesús es la verdadera alternativa para el auténtico sentido de mí existir, o puedo prescindir de Él sin más, sin afectar en lo más mínimo mi existencia? ¡PIENSALO! ¡PIENSALO!
No hay comentarios:
Publicar un comentario