Lima, 27-03-2011 / Año 107 - Nº 5555

3er DOMINGO DE CUARESMA

La samaritana fue una mujer que se abrió al diálogo. Que no tuvo miedo ante las verdades que le descubría Jesús. Ella se dejó perdonar por Jesús aceptando el don de Dios con humildad y confianza. Cada uno de nosotros puede ser también esa feliz samaritana. Jesús nos dice hoy: "El que beba del agua que Yo daré nunca más tendrá sed". Es triste caminar sedientos por el desierto de la vida, sobre todo, cuando Cristo nos ofrece su manantial de perdón, amor, alegría y paz.

PRIMERA LECTURA: Ex 17, 3-7

¿QUE PUEDO HACER CON ESTE PUEBLO?

El libro del Exodo nos confronta con la experiencia del pueblo de Israel en su camino por el desierto y cómo surge la murmuración contra Dios; mientras Moisés queda desconcertado ante tal grotesca actitud. ¡Qué ingrato es este pueblo! ¿Y nosotros...? Salmo responsorial 94: Ojalá escuchemos hoy la voz del Señor: "No endurezcamos nuestro corazón"

SEGUNDA LECTURA: Rom 5, 1-2.5-8

EL AMOR HA SIDO DERRAMADO EN NOSOTROS POR EL ESPIRITU

Pablo escribe a los cristianos de Roma, y los exhorta a acoger la misericordia de Dios en su Hijo que se entregó para salvarnos y nos dio su Espíritu. Es el camino que ahora nos toca seguir, como Discípulos Misioneros.

EVANGELIO: Jn 4, 5-42

JESUS CONVERSA CON LA SAMARITANA

«¿Dónde hay que adorar a Dios, en Jerusalén (monte Sión), o en Garitzín (monte de las bendiciones)?» le pregunta la samaritana. Es decir, ¿cuál es la religión verdadera? Y Jesús tiene una respuesta verdaderamente revolucionaria, que todavía no han asimilado los teólogos del pluralismo religioso. Jesús no dice que en Jerusalén o en Garitzín, o en monte Ebal (monte de las maldiciones), para que no resulten opciones inválidas (religiones falsas). Pero sí afirma que quien quiera ir más a fondo («los verdaderos adoradores»), no tendrá que ir, ni a este lugar ni a otro; ni en una u otra religión, sino «en espíritu y en verdad»; es decir, adentrándose verdaderamente en la «religación verdadera».

CUARESMA

EL PAPA NOS DA ALGUNAS PISTAS DE REFLEXION (Continuación)

3. El Bautismo es el "encuentro con Cristo".

Nos lava del pecado original heredado de nuestros primeros padres y de todos nuestros pecados actuales; nos dona una naturaleza nueva; nos permite entrar en "la mentalidad de Jesucristo", El Hombre Nuevo. Éste, vive según los sentimientos de Jesús por la "vida eterna" que recibe ya ahora del Espíritu Santo. Pablo enumera los frutos del Espíritu que habita en nosotros: amor, alegría, paz, paciencia, afabilidad, bondad, fidelidad, mansedumbre y dominio de sí (Ga 5, 22). En lo hondo del corazón de la persona bautizada y no bautizada, yace el deseo de recibir y vivir estos frutos. El poseer esta vida es un remedio duradero para todo sufrimiento, tanto personal como universal.

¿Y EN APARECIDA?

Benedicto XVI nos ofrece claves para facilitar su comprensión

7.- La Iglesia no debe hacer política, pero sí formar conciencias y enseñar los grandes criterios

Si la Iglesia empezara a transformarse en sujeto político, no haría más por los pobres y por la justicia, sino que haría menos: perdería su independencia y autoridad moral, identificándose con una única vía política y con posiciones parciales opinables. La Iglesia es abogada de la justicia y de los pobres, precisamente al no identificarse con los políticos ni con los intereses de partido. Siendo independiente, puede enseñar los criterios y valores inderogables; orientar las conciencias y ofrecer una opción de vida que va más allá de lo político. Formar las conciencias, ser abogada de la justicia y de la verdad, educar en las virtudes individuales y políticas, es la vocación fundamental de la Iglesia en este sector

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