Fundado: 24-04-1904 Lima, 05-06-2011 / Año 107 - Nº 5565 - 4000 ejemplares

"SI YO ESTOY SIEMPRE CON USTEDES ¿POR QUE ME TEMEN?"
Cuando los hijos tienen la presencia de sus padres, se sienten seguros, están contentos y alegres. Mientras están en casa, todo marcha bien. Pero cuando empiezan a faltar, se realiza lo del refrán: "Cuando los gatos faltan, los ratones bailan". Lo mismo sucede en el campo educativo. Mientras los educadores, los profesores, especialmente, el director/a están presentes, todo el personal y el alumnado están serenos, tranquilos y contentos. Apenas se ausentan, cuando no los acompañan, especialmente en los recreos, empiezan los problemas. Esto los aplicamos al orden espiritual, con la diferencia de que Dios, por Cristo, está siempre presente. Somos nosotros quienes nos alejamos. Por eso empezamos a tener miedo. Se verifica el episodio de nuestros primeros padres, luego del primer pecado: "Oyeron luego el ruido de los pasos de Yahveh Dios que se paseaba por el jardín y el hombre y su mujer se ocultaron de la vista de Yahveh Dios". "Yahveh Dios, llamó al hombre y le dijo: ¿Dónde estás? Este contestó: Te oí andar por el jardín y tuve miedo, porque estoy desnudo; por eso me escondí" (Gn 3, 8-9). Sólo, luego de la Ascensión de Jesús al Cielo, Él cumplirá su promesa: "Y sepan que yo estoy con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo" (Mt 28, 20). Justamente, porque ha sido nombrado por el Padre Dios como Señor de todo lo creado (Flp 2, 11). Recién aplicará su Redención, por el Espíritu, a todos los hombres hasta el fin de los tiempos. Sabiendo esto, ¿Podremos tener miedo? ¿Nos estresaremos? ¿Caeremos en la depresión? ¿Tendremos nuestra autoestima por los suelos? ¡PIÉNSALO! Y SACA TUS CONCLUSIONES.

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