Fundado: 24-04-1904 Lima, 03-07-2011 / Año 107 - Nº 5569 - 4000 ejemplares

CONMIGO, NO HAY DEPRE...
Concluyó el siglo pasado con los males del colesterol y de los triglicéridos. Inauguramos el nuevo milenio y la mayoría se queja: "Estoy estresado", "La Depre me mata", "Mi autoestima está hasta el cien", "Estoy traumado", etc. Lo curioso está en que ni los niños se salvan. Hoy, muchos dirán como el Chapulín colorado: "Oh, y ahora ¿quién podrá ayudarnos?". Creo que aquella era la situación en tiempos de Jesús; pero dentro de su contexto. En la actualidad, cae en la depresión quien ha perdido el sentido de su vida... Sin esa razón de ser ¿qué le queda?. Si no hay respuestas a los profundos anhelos que brotan de nuestro interior, y vemos que todo se derrumba en la nada, caemos en la desesperación. Por eso, Jesús exclama: "Vengan a mí todos los que están cansados y agobiados, y yo los aliviaré". Creo que hoy más que nunca es necesaria la presencia de este Jesús "manso y humilde de corazón". Él nos esclarece, con verdadera sinceridad, el sentido de nuestra vida, su recta orientación, la luz que nos ilumine el horizonte, la meta, el ideal de nuestra existencia. Nos da el verdadero descanso espiritual que tanto anhelamos.

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