EL PAPA DESPIDE A LOS JOVENES EN LA MISA DE CLAUSURA DE LA "JMJ"
A los españoles. La próxima Jornada Mundial de la Juventud, 2013, será en Río de Janeiro. Al entregar a los de Brasil la cruz de las JMJ, les confío este gran cometido: Lleven el conocimiento y el amor de Cristo por todo el mundo. Él quiere que sean sus apóstoles en el siglo 21 y los mensajeros de su alegría. ¡No lo defrauden!
A los franceses. Cristo les pide que estén arraigados en Él y construyan con Él su vida sobre la roca que es Él mismo. Él les envía para que sean testigos valientes y sin complejos, auténticos y creíbles. No tengan miedo de ser católicos, dando siempre testimonio de ello a su alrededor, con sencillez y sinceridad. Que la Iglesia halle en ustedes y en su juventud a los misioneros gozosos de la Buena Noticia.
A los ingleses. Al regresar a su casa, lleven la Buena Noticia del amor de Cristo que han experimentado en estos días inolvidables. Con los ojos fijos en Él, profundicen en su conocimiento del Evangelio y den abundantes frutos. Dios les bendiga hasta que nos encontremos nuevamente.
A los alemanes. La fe no es una teoría. Creer significa entrar en una relación personal con Jesús y vivir la amistad con Él en comunión con los demás, en la comunidad de la iglesia. Confíen a Cristo toda su vida, y ayuden a sus amigos a alcanzar la fuente de la vida, Dios. Que el Señor haga de ustedes testigos gozosos de su amor.
A los italianos. La Eucaristía que hemos celebrado es Cristo Resucitado, presente y vivo en medio de ustedes: Gracias a Él, su vida está arraigada y fundada en Dios, firme en la fe. Con esta certeza, marchen de Madrid y anuncien a todos lo que han visto y oído. Respondan con gozo a la llamada del Señor, síganlo y permanezcan siempre unidos a Él: darán mucho fruto.
A los portugueses. Han encontrado a Jesucristo. Se encontrarán yendo contra corriente en medio de una sociedad donde impera la cultura relativista que renuncia a buscar y a poseer la verdad. Pero el Señor les ha enviado en este momento de la historia, lleno de grandes desafíos y oportunidades, para que, gracias a su fe, siga resonando por toda la tierra la Buena Nueva de Cristo. Espero poder encontrarlos dentro de dos años en la próxima Jornada Mundial de la Juventud, en Río de Janeiro, Brasil. Hasta entonces, recemos unos por otros, dando testimonio de la alegría que brota de vivir enraizados y edificados en Cristo. Hasta pronto. Que Dios les bendiga.
A los polacos. Firmes en la fe, arraigados en Cristo. Los talentos recibidos de Dios en estos días produzcan en ustedes abundantes frutos. Sean sus testigos. Lleven a los demás el mensaje del Evangelio. Con su oración y con el ejemplo de la vida, ayuden a Europa a encontrar sus raíces cristianas.
- ¡José!, grita el jefe de sección; ¿acaso no sabe que está prohibido "chupar" durante el trabajo?
- Y José: No se preocupe jefecito, no estoy trabajando... Ja, ja, ja.
A los españoles. La próxima Jornada Mundial de la Juventud, 2013, será en Río de Janeiro. Al entregar a los de Brasil la cruz de las JMJ, les confío este gran cometido: Lleven el conocimiento y el amor de Cristo por todo el mundo. Él quiere que sean sus apóstoles en el siglo 21 y los mensajeros de su alegría. ¡No lo defrauden!
A los franceses. Cristo les pide que estén arraigados en Él y construyan con Él su vida sobre la roca que es Él mismo. Él les envía para que sean testigos valientes y sin complejos, auténticos y creíbles. No tengan miedo de ser católicos, dando siempre testimonio de ello a su alrededor, con sencillez y sinceridad. Que la Iglesia halle en ustedes y en su juventud a los misioneros gozosos de la Buena Noticia.
A los ingleses. Al regresar a su casa, lleven la Buena Noticia del amor de Cristo que han experimentado en estos días inolvidables. Con los ojos fijos en Él, profundicen en su conocimiento del Evangelio y den abundantes frutos. Dios les bendiga hasta que nos encontremos nuevamente.
A los alemanes. La fe no es una teoría. Creer significa entrar en una relación personal con Jesús y vivir la amistad con Él en comunión con los demás, en la comunidad de la iglesia. Confíen a Cristo toda su vida, y ayuden a sus amigos a alcanzar la fuente de la vida, Dios. Que el Señor haga de ustedes testigos gozosos de su amor.
A los italianos. La Eucaristía que hemos celebrado es Cristo Resucitado, presente y vivo en medio de ustedes: Gracias a Él, su vida está arraigada y fundada en Dios, firme en la fe. Con esta certeza, marchen de Madrid y anuncien a todos lo que han visto y oído. Respondan con gozo a la llamada del Señor, síganlo y permanezcan siempre unidos a Él: darán mucho fruto.
A los portugueses. Han encontrado a Jesucristo. Se encontrarán yendo contra corriente en medio de una sociedad donde impera la cultura relativista que renuncia a buscar y a poseer la verdad. Pero el Señor les ha enviado en este momento de la historia, lleno de grandes desafíos y oportunidades, para que, gracias a su fe, siga resonando por toda la tierra la Buena Nueva de Cristo. Espero poder encontrarlos dentro de dos años en la próxima Jornada Mundial de la Juventud, en Río de Janeiro, Brasil. Hasta entonces, recemos unos por otros, dando testimonio de la alegría que brota de vivir enraizados y edificados en Cristo. Hasta pronto. Que Dios les bendiga.
A los polacos. Firmes en la fe, arraigados en Cristo. Los talentos recibidos de Dios en estos días produzcan en ustedes abundantes frutos. Sean sus testigos. Lleven a los demás el mensaje del Evangelio. Con su oración y con el ejemplo de la vida, ayuden a Europa a encontrar sus raíces cristianas.
- ¡José!, grita el jefe de sección; ¿acaso no sabe que está prohibido "chupar" durante el trabajo?
- Y José: No se preocupe jefecito, no estoy trabajando... Ja, ja, ja.
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