Lima, 28-08-2011 / Año 107 - Nº 5577

DOMINGO XXII DEL TIEMPO ORDINARIO
¿A quién le gusta sufrir? ¡Qué bien nos representa Pedro!: "Dios no lo permita, Señor, eso no sucederá". La respuesta de Jesús es bastante "fuerte". Llama a Pedro, Satanás. Es natural y saludable que no nos guste sufrir. Lo esencial del cristianismo no es sufrir mucho, sino amar mucho. Y amar mucho es la esencia misma de la alegría y la felicidad. Pero amar mucho exige renunciar a sí mismo cargar con nuestra cruz y perder la vida.
PRIMERA LECTURA: Jr 20, 7-9
Jeremías nos comparte con dolor su misión de profeta, en medio de todos los riesgos posibles e intentos de asesinarlo; sin embargo, no podía dejar de ejercer su ministerio profético.
"Me sedujiste, señor, y me dejé seducir: me forzaste y me venciste. Yo era el hazmerreír todo el día, todos se burlaban de mí. Siempre que hablo tengo que gritar: "Violencia", proclamando: "Destrucción". La palabra del Señor se ha convertido para mí en constante motivo de insulto y burla. Yo me dije: "No me acordaré de él, no hablaré más en sus nombre"; pero ella era en mis entrañas fuego ardiente, encerrado en mis huesos; intentaba contenerlo, y no podía."
SALMO 62
Respondemos: "Mi alma está sedienta de tí, Señor, Dios mío"
SEGUNDA LECTURA: Rm 12, 1-2
Pablo nos exhorta con gran intensidad, a presentar nuestra vida cada día como ofrenda litúrgica a Dios y nos llama a llevar un estilo de vida diferente.

"Los exhorto, hermanos, por la misericordia de Dios, a presentar sus cuerpos como hostia viva, santa, agradable a Dios; sea éste su culto espiritual. Y no se adapten a los criterios de este mundo, sino transfórmense por la renovación de la mente, para que sepan discernir lo que es la voluntad de Dios, lo bueno, lo agradable, lo perfecto."
ALELUYA
El Padre de nuestro Señor Jesucristo ilumine los ojos de nuestro corazón, para que comprendamos cuál es la esperanza a la que nos llamas.
EVANGELIO: Mt 16, 21-27
La persona de Pedro es muy semejante a las nuestras, con sus entusiasmos y sus cobardías, su generosidad y también su mediocridad, pero aun así, Jesús plantea la vocación a seguirlo.
"En aquel tiempo, empezó a explicar a sus discípulos que tenía que ir a Jerusalén a padecer allí mucho por causa de los ancianos, sumos sacerdotes y escribas, y que tenía que ser ejecutado y resucitar al tercer día. Pedro se lo llevó aparte y se puso a reprenderlo: "¡No lo permita Dios, Señor! Eso no te puede pasar". Jesús se volvió y dijo a Pedro: "Quítate de mi vista, Satanás, que me haces tropezar; tú piensas como los hombres, no como Dios". Entonces dijo Jesús a sus discípulos: "El que quiera venir conmigo, que se niegue a sí mismo, que cargue con su cruz y me siga. Si uno quiere salvar su vida, la perderá; pero el que la pierda por mí, la encontrará. ¿De qué le sirve al hombre ganar el mundo entero, si arruina su vida? ¿O qué podrá dar para recobrarla? Porque el Hijo del hombre vendrá entre sus ángeles, con la gloria de su Padre, y entonces pagará a cada uno según su conducta".
PILDORITA SALUDABLE
Ecl 2, 8: "Los que honran al Señor, confíen en Él, y no quedarán sin recompensa"

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