Fundado: 24-04-1904 Lima, 25-09-2011 / Año 107 - Nº 5581 - 4000 ejemplares

¡O ES, O NO ES!
Creo que se va generalizando entre nosotros este comportamiento propio de los "criollos", de los "avivatos": "¡Hermanito, sale!". "No te preocupes, mañana, te lo juro, te pagaré todo y con los intereses" y besa sonoramente el signo de la cruz hecha con el dedo índice doblado en ángulo recto y el pulgar en vertical... De "boca para afuera", decimos sí, cuando en el fondo, es un NO rotundo, y viceversa. Me pregunto: ¿Cómo podremos construir una familia, un grupo, una sociedad, una nación, en base a la mentira y a la hipocresía? Este modo de comportarnos destruye toda credibilidad y toda confianza. Lo peor es, que este comportamiento se va haciendo costumbre y, luego, ley: El que miente, gana; el "vivo, triunfa". El que dice la verdad, pierde. Ante la justicia, el derecho y el deber; ante el trabajo y las profesiones; ante los deberes patrióticos y el gobierno de las naciones; ante el amor, el matrimonio, la verdad y la fidelidad; ante lo santo, ante Cristo y ante Dios, ¡TODO SERA UN FRACASO, NO SE PODRA CONSTRUIR NADA!
En efecto, con la desconfianza se suscitará la sospecha, la duda, la malicia, la no credibilidad... Y así, no se podrá construir, familia, grupos de amigos, sociedad, Iglesia, vida religiosa, etc. ¿Qué hacer?
Sólo lo que nos dice Jesús: 'Yo os digo que no juréis en modo alguno: ni por el Cielo, porque es el trono de Dios, ni por la tierra, porque es el escabel de sus pies; ni por Jerusalén, porque es la ciudad del gran Rey. Ni por tu cabeza, porque ni a uno solo de tus cabellos puedes hacerlo blanco o negro. Sea vuestro lenguaje, "Sí, sí; "no, no"; que lo que pasa de aquí, viene del maligno" (Mt 5,33-37). También lo dice Santiago: "Ante todo hermanos, no juréis ni por el cielo ni por lo tierra, ni por ninguna otra cosa. Que vuestro sí sea sí, y el no, no: para no incurrir en juicio" (St 5,12).

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