DOMINGO XXVI DEL TIEMPO ORDINARIO
Cada día decimos muchas palabras: torpes, vanas y buenas. Algunas son importantes: en ellas entra en juego nuestra vida, se define nuestro amor, se expresa nuestra libertad, se compromete nuestra fidelidad. Para ser fieles a Dios en Cristo, no basta expresarlo, hay que ser coherentes.
PRIMERA LECTURA Ez 18, 24-28:
Siempre nos atrevemos a juzgar la acción de Dios en nuestra historia. Nuestros criterios son muchas veces opuestos a los suyos, y por ello, no damos paso a la vida que Dios nos brinda.
"Así dice el Señor: -Ustedes comentan: «no es justo el proceder del Señor». Escucha, pueblo de Israel: ¿es justo mi proceder?, ¿No es más bien el proceder de ustedes el que es injusto? Cuando el justo se aparta de su justicia, comete la maldad y muere, muere por la maldad que cometió. Y cuando el malvado se convierte de la maldad que hizo y practica el derecho y la justicia, el mismo salva su vida. Si recapacita y se convierte de los delitos cometidos, ciertamente vivirá y no morirá".
SALMO 24
Respondemos: "Recuerda, Señor, que tu misericordia es eterna"
SEGUNDA LECTURA Flp: 2, 1-11:
La fuerza de la comunión y de la fraternidad cristiana se encuentra en el camino que Cristo nos muestra con su vida, pasión, muerte y resurrección.
"Hermanos: Si quieren ustedes darme el consuelo de Cristo y aliviarme con su amor, si nos une el mismo Espíritu y tienen entrañas compasivas, denme esta gran alegría: manténganse unánimes y concordes con un mismo amor y un mismo sentir. No obren por rivalidad ni por ostentación, déjense guiar por la humildad y consideren siempre a los demás superiores a ustedes mismos. No se encierren en sus intereses, sino busquen todos el interés de los demás. Tengan entre ustedes los mismos sentimientos de Cristo Jesús. Él, a pesar de su condición divina, no hizo alarde de su categoría de Dios, al contrario, se despojó de su rango y tomó la condición de esclavo, pasando por uno de tantos. Y así, actuando como un hombre cualquiera, se rebajó hasta someterse incluso a la muerte, y una muerte de cruz. Por eso Dios lo levantó sobre todo y le concedió el «nombre sobre todo nombre; de modo que al nombre de Jesús toda rodilla se doble en el cielo, en la tierra, en el abismo, y toda lengua proclame: Jesucristo es Señor, para gloria de Dios Padre»".
ALELUYA
Mis ovejas escuchan mí voz, dice el Señor, y yo las conozco, y ellas me siguen.
EVANGELIO Mt 21, 28-32:
Esta parábola es el espejo de nuestra vida y de respuestas al Plan de Dios. Jesús da el criterio de autenticidad, acogida y humildad para reconocernos necesitados de salvación.
"En aquel tiempo, dijo Jesús a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo: - «¿Qué les parece? Un hombre tenía dos hijos. Se acercó al primero y le dijo: -«Hijo, ve a trabajar en mi viña». Él le contestó: -«No quiero». Pero después recapacitó y fue. Se acercó al segundo y le dijo lo mismo. Él le contestó: -«Voy, Señor». Pero no fue. ¿Quién de los dos hizo lo que quería el padre? Contestaron: -«El primero». Entonces Jesús les dijo:- «Les aseguro que los publicanos y las prostitutas entrarán antes que ustedes en el reino de Dios. Porque vino Juan a ustedes enseñándoles el camino de la salvación, y no le creyeron; en cambio, los publicanos y prostitutas le creyeron. Y ustedes a pesar de esto no se arrepintieron ni creyeron en él»".
PILDORITA SALUDABLE
Ecl 2, 12: "Pero, ¡ay de los corazones cobardes y las manos perezosas! ¡Ay de los pecadores que llevan una vida doble!"
Cada día decimos muchas palabras: torpes, vanas y buenas. Algunas son importantes: en ellas entra en juego nuestra vida, se define nuestro amor, se expresa nuestra libertad, se compromete nuestra fidelidad. Para ser fieles a Dios en Cristo, no basta expresarlo, hay que ser coherentes.
PRIMERA LECTURA Ez 18, 24-28:
Siempre nos atrevemos a juzgar la acción de Dios en nuestra historia. Nuestros criterios son muchas veces opuestos a los suyos, y por ello, no damos paso a la vida que Dios nos brinda.
"Así dice el Señor: -Ustedes comentan: «no es justo el proceder del Señor». Escucha, pueblo de Israel: ¿es justo mi proceder?, ¿No es más bien el proceder de ustedes el que es injusto? Cuando el justo se aparta de su justicia, comete la maldad y muere, muere por la maldad que cometió. Y cuando el malvado se convierte de la maldad que hizo y practica el derecho y la justicia, el mismo salva su vida. Si recapacita y se convierte de los delitos cometidos, ciertamente vivirá y no morirá".
SALMO 24
Respondemos: "Recuerda, Señor, que tu misericordia es eterna"
SEGUNDA LECTURA Flp: 2, 1-11:
La fuerza de la comunión y de la fraternidad cristiana se encuentra en el camino que Cristo nos muestra con su vida, pasión, muerte y resurrección.
"Hermanos: Si quieren ustedes darme el consuelo de Cristo y aliviarme con su amor, si nos une el mismo Espíritu y tienen entrañas compasivas, denme esta gran alegría: manténganse unánimes y concordes con un mismo amor y un mismo sentir. No obren por rivalidad ni por ostentación, déjense guiar por la humildad y consideren siempre a los demás superiores a ustedes mismos. No se encierren en sus intereses, sino busquen todos el interés de los demás. Tengan entre ustedes los mismos sentimientos de Cristo Jesús. Él, a pesar de su condición divina, no hizo alarde de su categoría de Dios, al contrario, se despojó de su rango y tomó la condición de esclavo, pasando por uno de tantos. Y así, actuando como un hombre cualquiera, se rebajó hasta someterse incluso a la muerte, y una muerte de cruz. Por eso Dios lo levantó sobre todo y le concedió el «nombre sobre todo nombre; de modo que al nombre de Jesús toda rodilla se doble en el cielo, en la tierra, en el abismo, y toda lengua proclame: Jesucristo es Señor, para gloria de Dios Padre»".
ALELUYA
Mis ovejas escuchan mí voz, dice el Señor, y yo las conozco, y ellas me siguen.
EVANGELIO Mt 21, 28-32:
Esta parábola es el espejo de nuestra vida y de respuestas al Plan de Dios. Jesús da el criterio de autenticidad, acogida y humildad para reconocernos necesitados de salvación.
"En aquel tiempo, dijo Jesús a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo: - «¿Qué les parece? Un hombre tenía dos hijos. Se acercó al primero y le dijo: -«Hijo, ve a trabajar en mi viña». Él le contestó: -«No quiero». Pero después recapacitó y fue. Se acercó al segundo y le dijo lo mismo. Él le contestó: -«Voy, Señor». Pero no fue. ¿Quién de los dos hizo lo que quería el padre? Contestaron: -«El primero». Entonces Jesús les dijo:- «Les aseguro que los publicanos y las prostitutas entrarán antes que ustedes en el reino de Dios. Porque vino Juan a ustedes enseñándoles el camino de la salvación, y no le creyeron; en cambio, los publicanos y prostitutas le creyeron. Y ustedes a pesar de esto no se arrepintieron ni creyeron en él»".
PILDORITA SALUDABLE
Ecl 2, 12: "Pero, ¡ay de los corazones cobardes y las manos perezosas! ¡Ay de los pecadores que llevan una vida doble!"
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